Gonzalo Giner debutó en el mundo literario en 2004 con el libro La cuarta alianza, pero fue El sanador de caballos la obra que lo convirtió en un autor de éxito. Ahora lanza Pacto de lealtad, otra historia en la que se entrecruzan las vidas de personas y animales.
La dedicatoria de Pacto de lealtad, su última obra, está dirigida entre otros a “todas las personas que saben que los perros son mucho más que animales”. ¿Diría que es usted uno de tantos veterinarios que eligió la carrera por amor a los animales?
El universo animal me apasiona, y esa es una de las primeras causas de mi vocación pero también el mundo rural, no tener oficina, viajar, y sobre todo descubrir la calidad humana de la gente del campo.
¿En qué sectores de la profesión ha trabajado?
Trabajé dos años en Intervet, y casi el resto en el sector de la nutrición animal; primero en una empresa multinacional y desde hace 10 años en una consultoría independiente propia de nutrición especializada en rumiantes.
Actualmente, ¿sigue conectado de alguna manera al ejercicio profesional veterinario?
Soy veterinario antes que escritor y no he abandonado el ejercicio ni me planteo hacerlo. Esta es una de las profesiones más reconfortantes que existen, y aunque el acto de escribir es gozoso, el trabajo diario en granja me coloca en la realidad, en la no ficción.
Me atrevo a afirmar que la afición por la lectura y la Historia le ha acompañado siempre…
No te equivocas. Mis padres me enseñaron a leer y dirigieron mis lecturas desde bien pequeño, lo que ha significado que he llegado a leer mucho. Creo que por ese motivo soy capaz de escribir, porque ni soy de letras ni he estudiado técnicas de escritura. Lo que sí trato de hacer es “ver” a mis personajes, los imagino pensando, hablando, actuando… Y después de eso dejo que los dedos lo expliquen aporreando teclas de un ordenador.
¿Qué le motivó a enfrentarse por primera vez a un folio en blanco para comenzar su andadura como escritor?
La necesidad de volar por otros mundos imaginarios cuando los reales eran muy estresantes. Lo hice como terapia en un momento de empresa muy duro que tuve que vivir.
¿Cómo está viviendo su evolución profesional y, especialmente, su salto a la popularidad?
Entre El sanador de caballos y Pacto de lealtad he perdido a mis dos padres. Por eso, vivo decidida y deliberadamente el momento; disfruto de cada noticia que recibo, de la gente que conoces al entrar en este otro mundo o de ver la sonrisa de un lector que se ha animado a compartir las emociones sentidas al leerte. El éxito es solo eso… No hay nada más.
“Un perro, una espía, una guerra” es el texto que acompaña al título de Pacto de lealtad, ambientada en nuestros convulsos años 30. ¿Qué nos van a enseñar Campeón y Zoe a lo largo de sus andanzas?
Esta novela nos va a trasladar a la Alemania nazi previa a la Segunda Guerra Mundial y a la España de la Guerra Civil. Nos contará el papel que tuvieron los perros en ambos acontecimientos a través de los ojos de un perro, Campeón, y de su dueña Zoe. Juntos vivirán la guerra y conocerán de primera mano a qué fines fueron dedicadas nuestras mascotas: en algunos casos para misiones humanitarias, pero también para los destinos más crueles que uno se pueda imaginar. Y nos van a enseñar hasta dónde llega la amistad entre un perro y una mujer; en qué consiste ese “pacto de lealtad”.
Localizaban minas, cargaban con botiquines, eran usados como arma de ataque… Los perros han sido muy utilizados en los conflictos bélicos. ¿Qué le llamó más la atención al respecto durante su periodo de documentación?
Me sorprendió mucho saber que los nazis llegaron a considerar al Pastor Alemán como un icono más dentro de su poderosa simbología, y que Hitler se propuso que el pueblo alemán y sus ejércitos adoptaran las cualidades que atribuía al lobo, y por extensión al perro Pastor Alemán: inteligencia, ferocidad, caza en equipo, disciplina… Sus más allegados le llamaban her Wolf, el lobo.
Y ahora, ¿se va a tomar unas merecidas vacaciones o ya está planeando sorprendernos con otra obra?
Ahora me estoy dando el placer de conocer a muchos lectores, y escuchar sus impresiones. Estos dos próximos meses voy a recorrer casi toda España explicando qué he escrito, y animando a la gente a que entre en este apasionante mundo de los perros.