No toda la energía contenida en un alimento es accesible para el caballo: una porción significativa se pierde en el proceso de la digestión. La energía digestible (ED) es el valor más utilizado para describir la parte utilizable de la energía total, o energía bruta. Consiste en la porción de energía que no se pierde en las heces. Sin embargo, como muchos aspectos de la teoría nutricional, no es perfecto: el valor ED no tiene en cuenta la energía perdida en la orina (y, en menor medida, en los gases gastrointestinales como el metano), ni la energía perdida como calor durante la digestión y absorción de los alimentos. No obstante, son mucho más fáciles de obtener que los valores que se sí tienen en cuenta, según explica en una noticia TheHorse.com.
Otra forma de calcular el contenido de energía de los alimentos es mediante las calorías, la cantidad de calor generada por la oxidación para elevar la temperatura de un kilogramo de agua un grado centígrado. Cuando se habla de caballos y otros animales grandes, los nutricionistas emplean la megacaloría (Mcal), 1.000 kilocalorías.
Una tercera unidad que se utiliza es TDN, o nutrientes digestibles totales, una medida de energía digestible expresada en peso o en porcentajes. Es la suma de los carbohidratos digestibles de la alimentación, su proteína digestible y sus grasas digestibles multiplicadas por 2,25 (porque las grasas proporcionan alrededor de 2,25 veces más energía que los carbohidratos o las proteínas). Un kilogramo (kg) TDN es aproximadamente igual a 4,4 Mcal.
Hay cuatro razones que pueden contribuir a que un caballo no esté recibiendo suficiente energía: