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Ana Cristina Pérez de Diego [1]*, Marta Vigo [2] y J. Tirso Yuste [3]
1. Especialista en Sanidad Animal y Epidemiología - Consultora externa del Servicio de Sanidad Animal. Dirección General de Agricultura y Ganadería. Consejería de Agricultura. Gobierno de Castilla-La Mancha (Tragsa-SEPI)
2. Jefe de Servicio de Sanidad Animal. Dirección General de Agricultura y Ganadería. Consejería de Agricultura. Gobierno de Castilla-La Mancha
3. Director General de Agricultura y Ganadería. Consejería de Agricultura. Gobierno de Castilla-La Mancha
*anacristina@sanidadanimal.info

Justificación para la implantación

En los últimos años existe una tendencia creciente en diferentes ámbitos tanto sanitarios como científicos y gubernamentales, a trabajar dentro del concepto de “Una Salud”. A pesar de que podemos considerar a Virchow (1821-1902) como el primero en hablar de la inexistencia de fronteras que puedan separar la sanidad animal de la salud pública, es en los primeros años del siglo XXI en los que resurge este concepto con fuerza bajo la denominación de One Health (“Una Salud”), concepto que trata de reconocer que la salud pública entendida como la salud de los seres humanos está conectada a la sanidad animal y al medio ambiente.

Dentro de “Una Salud” las enfermedades zoonósicas cobran mayor interés, especialmente en la actualidad en la que existen nuevas amenazas en forma de enfermedades emergentes o reemergentes fruto de un mundo más globalizado en el que la dispersión de una enfermedad resulta más rápida y sencilla, y de la expansión del ser humano a nuevas zonas geográficas. En este marco actual, la iniciativa “Una Salud” trata de fomentar la cooperación entre diferentes agentes como médicos, veterinarios, diferentes ramas sanitarias, ambientólogos y gestores de la Administración Pública con el fin de desarrollar intervenciones que resulten efectivas a la hora de procurar la mejor salud pública y sanidad animal posibles.

Por otro lado, resulta evidente el interés creciente que representan las mascotas como parte de la salud pública, dada la convivencia cada vez más estrecha que se establece entre propietarios y mascotas, por lo que la sanidad animal, que se suponía tradicionalmente ligada a los animales de producción con un papel fundamental en salud pública a través de la seguridad alimentaria, vuelve a cobrar importancia en el correcto manejo sanitario de las mascotas.

Dentro de este mundo globalizado en el que tenemos la capacidad para viajar grandes distancias en cortos periodos y en el que nuestras mascotas nos acompañan, resulta extremadamente difícil poner fronteras a las enfermedades animales.

En Castilla-La Mancha, al igual que en el resto de Comunidades Autónomas de España, no se disponía de un programa integral que tuviera en cuenta las enfermedades de mayor interés en las mascotas para la salud pública.

Por todo lo descrito anteriormente; tras las lecciones aprendidas a través de la experiencia, especialmente en el foco de rabia felizmente resuelto con rapidez y eficacia en la ciudad de Toledo en junio de 2013, el estudio de las enfermedades prioritarias, y el análisis de la situación para cada una de ellas; y fruto del compromiso de la profesión veterinaria de velar por la salud pública, se ha desarrollado el marco normativo adecuado para impulsar y establecer un programa zoosanitario básico para perros, gatos y hurones en Castilla-La Mancha.

La aplicación de este programa zoosanitario básico se basa en la colaboración con el Consejo de Colegios Profesionales de Veterinarios de Castilla-La Mancha, y se fundamenta en la cooperación activa de los veterinarios de actividad clínica en pequeños animales, dada la gran importancia que supone su trabajo en contacto directo no sólo con los animales, sino también con los propietarios.

Objetivos

Este programa tiene como objetivo el control del estado sanitario de perros, gatos y hurones, a través de la implantación de medidas frente a la rabia, la leishmaniosis y la hidatidosis (o equinococosis), tres destacadas enfermedades que constituyen un importante problema para la salud pública.

Con su puesta en marcha, Castilla-La Mancha se impone como prioridad el buen estado sanitario de sus animales de compañía, fomentando su bienestar y garantizando una mayor protección de la salud pública de sus ciudadanos.

Entre los objetivos específicos cabe resaltar el interés en lograr un mayor nivel de protección e inmunidad de las especies susceptibles a la rabia, prevenir la infestación por Echinococcus granulosus, disponer de herramientas para conocer la situación de la leishmaniosis canina y educar a la población en general, y a los propietarios de perros en particular, sobre las características y las actuaciones en el control de esta enfermedad.

¿En qué consiste el programa zoosanitario básico de cánidos, félidos y hurones?

Esquemáticamente podemos resumir el programa zoosanitario básico en las siguientes medidas y obligaciones: Vacunación antirrábica obligatoria a partir de las 12 semanas de vida. Vacunación antirrábica anual obligatoria. Identificación electrónica individual previa a la primera vacunación antirrábica. La primovacunación se realizará siguiendo las recomendaciones del laboratorio fabricante. La primovacunación y la primera revacunación anual se efectuarán con vacuna monovalente. Para los perros, además: Desparasitación anual contra la hidatidosis. Para perros de ámbito rural o de especial riesgo, se realizará mensualmente. Perros con leishmaniosis, además: Utilización obligatoria de repelentes tipo collares o spot-on, al menos en primavera y otoño. Cumplimiento del programa veterinario prescrito, en cuanto a pruebas, seguimiento, tratamiento, etc. Podemos destacar también, en materia de leishmaniosis, que se establecen obligaciones específicas para el veterinario, así como para el propietario. Obligaciones del veterinario: Ante una sospecha clínica, o previamente a la prescripción de un tratamiento frente a la leishmaniosis deberán realizarse pruebas específicas (IFI, ELISA) en un laboratorio autorizado. Ante un caso positivo, se establece la comunicación obligatoria al Colegio Oficial de Veterinarios, junto con la prescripción de repelentes en primavera y otoño, y la obligación de reflejar en el pasaporte y en el Registro Central de Animales de Compañía el diagnóstico positivo y la administración de repelentes. Obligaciones del propietario: Cumplir las prescripciones veterinarias, así como el programa de seguimiento con las pruebas diagnósticas que el veterinario considere oportunas. Toda esta información señalada previamente, así como algunas recomendaciones y consejos para la prevención de la leishmaniosis, se incluyen en el correspondiente tríptico que el Consejo de Colegios Veterinarios de Castilla-La Mancha distribuyó entre los veterinarios clínicos para dar a conocer este programa zoosanitario básico a los propietarios de perros, gatos y hurones.

¿Cómo se ha implantado?

Tras la publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha de la Orden de 02/06/2014, de la Consejería de Agricultura, por la que se estableció el Programa Zoosanitario Básico de Cánidos, Félidos y Hurones en Castilla-La Mancha y la distribución de material informativo a las clínicas veterinarias (tríptico informativo), se han facilitado una serie de herramientas para la correcta aplicación de este programa, y para resolver los aspectos prácticos a la hora de su implantación. Entre estas se encuentran una resolución de 25/07/2014 por la que se establecen los requisitos de los laboratorios para el diagnóstico de leishmaniosis, el listado de laboratorios autorizados o el protocolo para la comunicación de casos positivos a Leishmania.

Toda la información necesaria para los veterinarios o para el público en general, relativa a la implantación de este programa zoosanitario básico de cánidos, félidos y hurones en Castilla-La Mancha está disponible online en la página web de la Consejería de Agricultura.

Perspectivas de futuro

Además de mejorar, controlar, y proteger la sanidad animal, y con ello la salud pública; la información generada a través de la vacunación antirrábica, y de la notificación obligatoria de los casos de leishmaniosis en los correspondientes registros de identificación animal, permitirá realizar los pertinentes análisis epidemiológicos sobre los censos de mascotas, las densidades de las mismas por municipio, o la evolución de la leishmaniosis canina en Castilla-La Mancha. Un ejemplo de la utilidad de los datos recogidos se muestra en los mapas en los que se describe la distribución de los censos de cada una de las especies susceptibles de la vacunación antirrábica obligatoria según el programa zoosanitario básico, y se observa que tal y como era esperable, existe un patrón espacial definido para cada especie: en el caso de perros y gatos los censos son directamente proporcionales a los censos de población humana, mientras que en el caso de hurones, estos se localizan en zonas de marcada tradición de caza menor (figura).

Ejemplo de utilización de la información registrada gracias al Plan Zoosanitario Básico para la preparación de planes de contingencia y programas de control y vigilancia. Representación del censo de perros, gatos, hurones y total de animales de las tres especies susceptibles de vacunación antirrábica en Castilla-La Mancha en mayo de 2015.

Toda esta información, y los correspondientes análisis, resultan fundamentales para realizar una gestión apropiada de la sanidad animal y proponer nuevas medidas o mejorar los planes de contingencia.

Pero el interés del programa zoosanitario básico no termina en la lucha frente a las tres enfermedades incluidas actualmente y la aplicación de la información recogida, sino que para que realmente sea un programa eficaz, debe ser dinámico, con la vista puesta en la actualización siempre que sea necesaria para adaptarse a la evolución de éstas y otras enfermedades, y el desarrollo de nueva normativa necesaria en materia de sanidad animal de las mascotas, velando siempre por la salud pública desde el punto de vista del concepto “Una Salud”.

Finalmente, el éxito de la aplicación del concepto de “Una Salud” en la gestión de las zoonosis de las mascotas depende en gran medida de la colaboración y el intercambio de información entre las autoridades en materia de sanidad animal y las de salud pública, con el fin de poder garantizar la detección precoz, la pronta respuesta tanto en atención primaria, como en las clínicas veterinarias, así como la toma de decisiones por parte de los gestores de la administración de acuerdo a información relevante en todos los ámbitos.

Conclusiones

Como conclusión sobre lo expuesto y presentado anteriormente, resulta interesante destacar algunos aspectos de especial relevancia:

Es la primera vez que se implanta un programa zoosanitario básico para perros, gatos y hurones en una comunidad autónoma en España, que además, nace con una vocación integral a la hora de establecer entre sus objetivos tanto la sanidad animal como la salud pública.

En la actualidad, resulta fundamental trabajar desde la óptica de “Una Salud” a la hora de establecer medidas sanitarias para los animales, ya sean domésticos o silvestres, de producción o de compañía.

Finalmente, es esencial recordar a los veterinarios clínicos que desarrollan su actividad en el ámbito de los animales de compañía, su papel crucial aunque a veces olvidado o infravalorado, como garantes y centinelas de la salud pública a través del cuidado de las mascotas y de la educación de sus propietarios

Más información

Puede encontrar más información sobre el Programa Zoosanitario Básico de perros, gatos y hurones en la web de la Consejería de Agricultura: http://www.castillalamancha.es/node/216051.