Elena María Valiente García
Centro Veterinario Bormujos
Imágenes cedidas por la autora
Acude a la consulta una cobaya (Cavia porcellus), macho, de cuatro años de edad. Vive en semilibertad en un piso, se alimenta con verduras frescas, heno ad libitum en el suelo y pienso para cobayas de gama baja, tipo mixtura. Viene a revisiones rutinarias una vez al año donde se examina de forma exhaustiva y se realizan análisis coprológicos. En este caso, el motivo de la consulta es la presencia de unas heces de gran tamaño que produce el paciente de forma regular, mezcladas con heces normales. A veces el dueño las extrae de forma manual. El animal presenta apetito y actividad normales.
La consistencia y color de las heces de gran tamaño son normales. El análisis coprológico revela gran cantidad de restos vegetales, normales en especies herbívoras, y ausencia total de Saccharomyces. La ausencia de esta levadura en el tracto digestivo de los roedores no es un proceso patológico, pero lo normal es que existan en número variable.
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Figura 1. Comparación de las heces impactadas frente a las de tamaño normal. |
En la exploración del paciente encontramos una buena condición corporal, sin pérdida de peso, la piel aparece algo seborreica, el manto sin brillo y los cuartos traseros manchados. La zona anogenital aparece abultada y al manipularla, se extrae otra hez de gran tamaño, lo que hace que quede una ampolla rectal muy dilatada. Tras limpiar bien la zona y retirar restos de material caseoso, el animal comienza a defecar heces de tamaño y consistencia normales, las cuales se van acumulando en la ampolla rectal. Estas heces al examen microscópico, son iguales que la de mayor tamaño.
Diagnóstico
Se diagnostica una atonía anorrectal con impactación de heces. Esta patología se da principalmente en cobayas macho de edad avanzada. Las causas no están descritas, pero se sospecha que pueda estar asociada a una dieta baja en fibra. Se produce una pérdida del tono muscular del ano, que impide la normal evacuación de las heces formadas, y genera una compactación-impactación y disminución del consumo de cecotrofos. Esto puede acabar derivando en deficiencias vitamínicas que, de no solucionarse el problema, deben ser compensadas de por vida, sobre todo las del grupo B y la vitamina C, posibles causas del mal estado del manto del paciente.
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Figura 2. Imagen al microscopio de las heces del paciente. |
Tratamiento
No hay opciones de tratamiento médico o quirúrgico, salvo el vaciado manual frecuente, para tratar de recuperar el tamaño y el tono de la zona. Se hacen correcciones dietéticas, incluyendo un aporte de Saccharomyces cerevisiae (ver cuadro) y pienso de calidad a base de pellets (para eliminar la capacidad de selección). Es posible que al utilizar el heno como sustrato la cobaya lo rechace. Para evitar su bajo consumo, se recomienda dispensarlo en una henera. Se recomienda también aumentar la libertad del paciente para que una mayor actividad física favorezca la eliminación normal de las heces. Además, se administra tratamiento con metronidazol a 20 mg/kg bid v.o. para controlar la pequeña infección de la ampolla rectal, y vitamina C.
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Figura 3. Dilatación anal y abultamiento en la que se ve la acumulación de heces previa. |
Efectos beneficiosos de Saccharomyces cerevisiae en los roedores
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Como Saccharomyces no coloniza ni pierde estabilidad a lo largo del tracto digestivo, su efecto beneficioso es constante. |
El objetivo del tratamiento es facilitar la digestión del individuo y mejorar la producción y evacuación de heces. Teniendo en cuenta que en este animal la ingestión de los cecotrofos puede verse afectada por su impactación, mantener una salud digestiva óptima es tremendamente importante, y el aporte de Saccharomyces, que en este individuo además están ausentes, va a minimizar los inconvenientes de la disminución en la cecotrofia.
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Figura 4. Imagen al microscopio óptico de Saccharomyces (40x). |
El aporte de esta levadura puede hacerse a través de suplementos nutricionales específicos para estas especies, o incluso con la aportación de cecotrofos de individuos sanos: consiste en obtener cecotrofos de cobayas sanas y preparar y administrar un licuado de estos al individuo enfermo. La obtención de cecotrofos es complicada, puesto que son ingeridos en el momento de su expulsión, así que en este caso optamos por los suplementos.