La VII edición del Congreso del GGA-IVEE giró en torno a una idea: conocer el trasfondo de algunos de los centros veterinarios de mayor éxito. Así, uno de los titulares que calaron entre los asistentes, fue que el término “éxito” tiene muchas caras, y cada centro debe definir qué implica en su caso.
Manuel Amador (Ilusiona) mostró los datos económicos más importantes de los centros de los Estados Unidos asociados bajo las siglas de la AHAA, buscando cuáles son los factores de éxito para que esos datos sean mejores que los del resto. El ponente llegó a la conclusión de que lo que los hace diferentes es una cuidada comunicación con el cliente; y algo que, aunque evidente, no es menos importante, es que los centros con mayores ingresos y mejores resultados económicos son los que mejor gestión llevan a cabo.
José Ramón Escribano (Hospital Veterinario Vetsia) empezó contando cómo han logrado ese gran complejo hospitalario. Cabe destacar la comunicación con el cliente, en este caso los centros remisores, así como el cuidado del equipo humano de Vetsia y la visión de que cada miembro es una persona distinta.
Respecto a los centros medianos, Héctor Gómez, socio al 50 % del Hospital Veterinario Abros, se considera un veterinario que dirige una empresa de servicios, con énfasis en que cualquier consultorio, clínica u hospital es una empresa y como tal, hay que gestionarla.
Valentina Lorenzo, neuróloga de reconocido prestigio al frente del centro Neurología Veterinaria, apuesta por una base clínica amplia antes de afrontar una especialización en cualquier campo.
Como modelo mixto de atención a clientes y remitidos, el congreso contó con el testimonio de Alexis Santana, de Albea Veterinarios. Algo que reconoce haber aprendido es que, si un centro funciona, lo es por el equipo humano que hay detrás y que persigue un mismo sueño, un objetivo. Y la publicidad es otro de los pilares para alcanzar notoriedad, casos, experiencia e ingresos.