M.J. Morales, A. Sánchez, M. Fraguas, B. Moreno y M. Serrano
Laboratorios Albéitar
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Imágenes cedidas por los autores
Se presentó en la consulta un Doberman macho, de 7 meses de edad y 35 kg de peso, que vivía en una casa con jardín; los fines de semana lo llevaban a un picadero de caballos y pasaba las vacaciones en el pueblo. El animal llevaba unos días más decaído y con poco apetito. La última noche la había pasado muy intranquilo y temblaba un poco, apenas había querido pasear, no quiso comer y las heces eran un poco blandas. Mostraba una tos “arrastrada” y mocos verdes. La auscultación fue normal y no tenía fiebre. Se realizó una radiografía de tórax y se observó una densidad pulmonar compatible con zona neumónica (figura 1).
Figura 1. Proyección laterolateral derecha del tórax con patrón alveolar por neumonía. Se observan áreas de densidad de tejido blando con broncogramas aéreos. |
Se inició un tratamiento con un antibiótico de amplio espectro, amoxicilina/ácido clavulánico en dosis de 15 mg/kg cada 12 h. A los tres días, el perro se encontraba activo y con apetito. Sin embargo, 12 días más tarde, el perro volvió a estar muy decaído, paseaba poco y enseguida se tumbaba; presentaba mocos verdes.
Se hizo una hemocitología para evaluar el estado general del paciente y la respuesta a la infección y se descubrió leucocitosis con neutrofilia, desviación izquierda, linfopenia y monocitosis con presencia de inmunocitos.
Ante la evolución desfavorable, se decidió obtener una muestra para citología y cultivo microbiológico, mediante lavado traqueobronquial.
El procedimiento se realizó con el paciente anestesiado. Fue suficiente con un anestésico de corta duración y plano superficial; en este caso se utilizó propofol en dosis de 2 mg/kg. Se colocó un tubo endotraqueal estéril, de 3,5 Fr, y a través de él se hizo pasar una sonda urinaria estéril (también se puede hacer con un catéter yugular). En estos casos es muy importante extremar la asepsia en la maniobra y no tocar nada fuera del tubo endotraqueal para no contaminar la muestra que se va a cultivar. La intubación debe ser limpia y entrar directamente en la laringe sin contactar con estructuras de la boca.
Se midió previamente la longitud a la que se encontraba el cuarto y sexto espacio intercostal para introducir la sonda hasta allí. Se conectó a la sonda una llave de tres vías estéril, con dos jeringas: una para el suero estéril y otra para aspirar la muestra. Se introdujo suero salino estéril ligeramente templado. Para perros pequeños y gatos es suficiente con 5-10 ml y para perros grandes puede necesitarse de 30 a 40 ml. Una vez introducido se movió suavemente el tórax para mejorar el contacto del suero con el árbol bronquial. Se realizó la operación dos veces, así se obtuvo la primera muestra para microbiología y la segunda para citología.
En el laboratorio se realizó un panel de serologías víricas y q-PCR de las enfermedades víricas respiratorias (adenovirus tipo II, distemper, herpesvirus tipo I, gripe canina, parainfluenza, coronavirus respiratorio, gripe H1N1) y q-PCR de Mycoplasma cynos. Siempre se aconseja que a la vez se realice el cultivo microbiológico y micológico. Los resultados de serología y q-PCR fueron todos negativos.
En la práctica diaria, la identificación bacteriana se realiza por métodos convencionales basados en las características fenotípicas, para los que resulta fundamental la experiencia del microbiólogo. Sin embargo, la microbiología tradicional tiene algunas limitaciones que se hacen más evidentes al tratar con bacterias que no se aíslan con frecuencia.
La muestra del lavado traqueobronquial para el cultivo bacteriológico y micológico se procesó según el protocolo en cultivo aerobio (agar sangre, chocolate y MacConkey) y anaerobio (agar Schaedler). Tras 72 h de incubación se observó el crecimiento de colonias grandes, grisáceas, mucosas, β-hemolíticas, catalasa negativas, y que al examen microscópico eran cocos grampositivos en cadenas. La identificación se realizó con un sistema automatizado que dio un bionúmero con una probabilidad del 99 % de ser Streptococcus equi subsp. zooepidemicus.
El antibiograma dio como resultado una bacteria resistente a todas las penicilinas y a la vancomicina; sensible a las cefalosporinas de tercera generación, a las quinolonas, cloranfenicol y tetraciclinas.
Se pautó doxiciclina en dosis de 6 mg/ kg cada 12 h y se acompañó con un tratamiento oral para estimular la inmunidad con un concentrado de nucleótidos y hexosa activa. La recuperación de la actividad y el apetito se produjo en los primeros cinco días de tratamiento, sin embargo la descarga nasal mucopurulenta tardó cuatro semanas en desaparecer. El tratamiento se prolongó cinco semanas, cuando se realizó la radiografía que confirmó que el foco neumónico había desaparecido (figura 2).
Figura 2. Imagen radiográfica del mismo perro después del tratamiento. |
Streptococcus equi subsp. zooepidemicus es zoonótico para las personas que están en contacto con caballos, perros y otras especies cercanas al hombre, y por consumo de productos lácteos no pasteurizados. Se considera una zoonosis emergente en varios países, de ahí la importancia de su aislamiento e identificación para alertar a los propietarios y veterinarios que están en contacto con el animal.
Es fundamental realizar siempre un estudio bacteriológico y micológico de todas las muestras procedentes de enfermedad respiratoria de tramos inferiores. En el laboratorio, la elección de los procedimientos debe basarse en el cuadro clínico del paciente y el patógeno sospechado. De todo ello se deduce la necesidad de una adecuada comunicación entre el laboratorio y el clínico, que permita al microbiólogo disponer de la información apropiada sobre el cuadro clínico, el microorganismo sospechado y el modo de obtención de la muestra, siendo esto especialmente necesario cuando se han empleado técnicas invasivas para su obtención o se esperan patógenos poco frecuentes.
Características de Streptococcus equi subsp. zooepidemicus
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Streptococcus equi subsp. zooepidemicus es un estreptococo betahemolítico del grupo C de Lancefield. Es una bacteria ovoide o esférica, de menos de 2 μm de diámetro, grampositiva, catalasa negativa, anaerobia facultativa, con tendencia a formar cadenas o parejas y que es capaz de fermentar la glucosa y producir ácido láctico. Es una bacteria comensal del tracto respiratorio superior de los caballos, a los que puede causar infecciones oportunistas. También puede ocasionar infección en otros animales domésticos como vacas, ovejas, cabras, aves de corral, cerdos, perros y gatos. Es altamente contagiosa en perreras y albergues y provoca insuficiencia respiratoria aguda y grave. Se caracteriza por la aparición repentina de signos clínicos como pirexia, disnea y descarga nasal hemorrágica. Se ha asociado con casos de neumonía aguda fatal en perros en varios países. Las exotoxinas producidas por Streptococcus equi subsp. zooepidemicus actúan como superantígenos por su unión de forma simultánea al complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) tipo II en los receptores de los macrófagos y a los receptores de células T, sin pasar por la presentación convencional de antígeno, lo que conduce a la activación de una gran proporción de linfocitos T. |
Bibliografía disponible en www.argos.grupoasis.com/bibliografias/streptococcusequi188.doc