La agresión es un trastorno conductual grave en perros domésticos que pone en peligro tanto a perros como a humanos.
Un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Oregón han identificado una relación entre los microbios intestinales y el comportamiento agresivo en los perros.
El estudio no llega a decir que la composición del microbioma intestinal de un perro causa agresividad o viceversa, solo que existen asociaciones estadísticas entre el comportamiento de un perro y los microbios que alberga.
Los investigadores observaron a 31 perros tipo Pit Bull rescatados, 14 machos y 17 hembras, que se habían utilizado en peleas de perros. Cada animal fue examinado por una agencia de bienestar animal y categorizado como agresivo o no agresivo. Se recogieron y analizaron muestras fecales.
Firmicutes, Fusobacteria, Bacteroidetes y Proteobacteria fueron los filos dominantes entre todas las muestras de heces, pero su abundancia difirió entre animales agresivos y no agresivos. Las proteobacterias y las fusobacterias fueron más abundantes en términos relativos en perros no agresivos, mientras que Firmicutes fue relativamente más abundante en perros que mostraban agresividad.
Aunque el tamaño de la muestra limita este estudio, los hallazgos indican que los microorganismos intestinales están relacionados con la agresión del perro y apuntan a un estado fisiológico asociado con la agresión que interactúa con el microbioma intestinal. Estos resultados también indican que el microbioma intestinal puede ser útil para diagnosticar comportamientos agresivos antes de su manifestación y para detectar causas de agresión.
Kirchoff NS, Udell MAR, Sharpton TJ. 2019. The gut microbiome correlates with conspecific aggression in a small population of rescued dogs (Canis familiaris) PeerJ 7:e6103 https://doi.org/10.7717/peerj.6103