Los factores dietéticos pueden modificar potencialmente algunos de los procesos subyacentes involucrados en la osteoartrosis (OA), incluida la modulación de la respuesta inflamatoria, el suministro de nutrientes para la reparación del cartílago y la protección contra el daño oxidativo. El manejo dietético puede ayudar a reducir o eliminar la necesidad de medicamentos convencionales, algunos de los cuales están asociados con efectos adversos.
Por otro lado, el ácido hialurónico es un componente principal del líquido sinovial y mantiene la viscosidad de la articulación, ayuda en la lubricación de la articulación y ayudar con la absorción de impactos. Las vitaminas C y E son antioxidantes que neutralizan los radicales libres para maximizar la movilidad. La N-acetil-D-glucosamina “ataja” la vía de los glucosaminoglicanos para mantener una estructura y función articulares saludables.
Se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 ayudan en el manejo de la OA canina. Los estudios demuestran que los alimentos con altos niveles de ácidos grasos omega-3 totales y ácido eicosapentaenoico (EPA) pueden mejorar los signos clínicos de la OA canina. Los mecanismos responsables de los beneficios clínicos demostrados de los ácidos grasos omega-3 incluyen controlar la inflamación y reducir la expresión y actividad de las enzimas que degradan el cartílago.
Los ácidos grasos omega-3 producen una disminución de los niveles de ácido araquidónico de membrana (AA), por lo que disminuye la capacidad de sintetizar eicosanoides inflamatorios a partir de AA. Los estudios demuestran que los niveles eicosanoides inflamatorios producidos por el AA están disminuidos cuando los perros consumen alimentos con altos niveles de ácidos grasos omega-3. Además, los ácidos grasos omega-3 tienen un función directa en la disminución de la inflamación.
Los suplementos de mariscos se han utilizado para controlar la artritis en humanos y, en los últimos años, el interés se ha centrado en los beneficios potenciales de un suplemento nutricional preparado a partir del mejillón de labios verdes de Nueva Zelanda (GLM), Perna canaliculus. Se ha demostrado que el GLM contiene un ácido graso omega-3, el ácido eicosatetraenoico, que parece actuar como un inhibidor dual de la oxigenación del AA por las vías de la ciclooxigenasa y la lipoxigenasa. Además, el GLM es una rica fuente de nutrientes, incluidos los glucosaminoglicanos (por ejemplo, sulfato de condroitina), vitaminas, minerales y ácidos grasos poliinsaturados de la serie omega-3.
La dieta y los nutrientes específicos proporcionan una forma efectiva y segura de controlar la OA en perros. Los alimentos con altos niveles de ácidos grasos omega-3 tienen el doble beneficio de controlar la inflamación y el dolor al tiempo que disminuyen la progresión de la enfermedad al disminuir la degradación del cartílago. El tratamiento y la prevención de la obesidad y la OA requiere un enfoque integral que incluya medidas preventivas y un programa de tratamiento multimodal.
Mobility matters: nutritional management of canine joint disease. Kara M. Burns, MS, MEd, LVT, VTS (nutrition). DVM 360.