Esta información aparece publicada en el número 222 de la revista Argos (octubre de 2020), que se puede leer íntegramente aquí.
Charlotte Christophe (Gda. Vet), Daniel Costa Moya (Dipl. ECVO, PhD, MSc, DVM. EBVS European Specialist in Veterinary Ophthalmology), Elena Fenollosa Romero (DVM, CertVOphthal, ECVO elegible)
Hospital Veterinario UCV
Imágenes cedidas por los autores
La córnea constituye la porción anterior de la túnica fibrosa del ojo y resulta de la diferenciación de las células del ectodermo superficial y del mesénquima durante el desarrollo embrionario. De forma elíptica y con un espesor de 0,5-0,8 mm en perros y gatos, la córnea constituye la estructura ocular con el mayor poder de refracción óptica, y permite el paso de más del 90 % del estímulo luminoso que incide en el ojo, hasta su integración en la retina. Esta función se puede desempeñar gracias a una particularidad propia de la córnea: su transparencia, resultado de la ausencia de pigmentación y vascularización, pero también gracias a las propiedades de ciertas capas corneales.
El aporte de oxígeno y nutrientes a la córnea se realiza por difusión externa, desde la película lagrimal precorneal, e internamente, desde el humor acuoso. Además, la córnea es el tejido del organismo con el mayor número de terminaciones nerviosas por milímetro cuadrado, procedentes del nervio trigémino, lo que le confiere una alta sensibilidad. Sin embargo, pacientes braquiocefálicos y diabéticos, por ejemplo, pueden estar más sujetos a sufrir un daño corneal, ya que presentan una disminución de sensibilidad.
Histológicamente, la córnea se compone de varias capas.
La capa más externa corresponde a un epitelio estratificado escamoso y no queratinizado compuesto de 5 a 7 líneas celulares con su membrana basal, que tiene como función principal proteger el globo ocular frente al exterior. A continuación, el estroma constituye la capa más gruesa, con el 90 % del espesor corneal, y ofrece un poder tectónico; se compone de queratocitos, fibrillas de colágeno, agua, glicosaminoglicanos y otros componentes de la matriz extracelular. Las fibrillas de colágeno tienen la particularidad de estar muy organizadas y paralelas entre sí, lo que confiere transparencia a la córnea.
Las dos capas más internas de la córnea son la membrana de Descemet (membrana basal del endotelio) y el endotelio. La membrana de Descemet está formada principalmente por colágeno y elastina y se engrosa con la edad del animal, mientras que el endotelio se compone de una sola capa de células hexagonales con pobre capacidad de replicación; su función principal
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