La hierba gatera (Nepeta cataria) y la vid plateada (Actinidia polygama), conocidas por provocar una reacción característica en los gatos domésticos (frotamiento contra la cara y el cuerpo, ronroneos, salivación, etc.) contienen compuestos químicos llamados iridoides que protegen a las plantas contra los mosquitos y se sabe que son la clave de esta reacción en los gatos. Si bien esta respuesta es bien conocida, su función biológica y el mecanismo subyacente siguen sin determinarse.
Para determinar el efecto fisiológico de estos compuestos, el biólogo Masao Miyazaki de la Universidad de Iwate pasó 5 años realizando diferentes experimentos utilizando las plantas y sus productos químicos. En el estudio, publicado recientemente en Science Advances, describen el mecanismo neurofisiológico y el resultado funcional de esta respuesta felina. Durante la investigación han descubierto que el iridoide nepetalactol es el componente principal de la vid plateada que provoca esta potente respuesta en gatos y otros felinos, incluido un leopardo, dos jaguares y dos linces. Además, el nepetalactol aumentó los niveles plasmáticos de β-endorfina en los gatos, mientras que la inhibición farmacológica de los receptores μ-opioides suprimió la clásica respuesta al frotamiento.
El comportamiento de frotamiento transfiere el nepetalactol a la cara y la cabeza de los pacientes y repele al mosquito Aedes albopictus. Por lo tanto, el comportamiento de auto-unción podría ayudar a proteger a los gatos contra las picaduras de los mosquitos. La respuesta característica de los gatos al nepetalactol a través del sistema opioide μ proporciona un ejemplo importante de defensa química contra plagas utilizando metabolitos de plantas en mamíferos no humanos.
Sin embargo, hasta que se realicen más investigaciones de este tipo y las propiedades sean más claras, no se recomienda utilizar estas plantas como repelentes naturales.
Para ver los vídeos realizados durante la investigación, acceda directamente a la publicación de The New York Times.
Your Cat Isn’t Just Getting High Off Catnip. The New York Times.