La eutanasia forma parte del trabajo del veterinario y como tal es importante saber cómo manejar esta situación tan delicada especialmente para los propietarios.
Cuidar al cliente en este momento difícil es asegurarse de que se comunica con él de manera clara, efectiva y, lo más importante, con empatía. Lo primero, es importante escuchar sus preocupaciones y por qué han tomado esta difícil decisión. Las decisiones sobre la calidad de vida pueden ser un área muy gris y, a veces, lo que usted cree que puede ser manejable como veterinario puede ser una gran preocupación para el propietario. Un buen ejemplo es la osteoartritis en perros mayores. Puede que al evaluar al paciente se clasifique como que está "clínicamente bien" excepto por algunas dificultades para caminar, pero el cliente ve a su mascota todos los días y nota las dificultades que atraviesa.
La eutanasia es una decisión a la que les resulta difícil llegar y, en la mayoría de los casos, se deja en manos del cliente cuando se trata de evaluar la calidad de vida de su mascota.
Una forma que permite ayudar a los clientes a evaluar la calidad de vida de sus mascotas es preguntándoles sobre algunos aspectos de la misma, que incluyen: ¿Tu mascota puede hacer las cosas que le hacen feliz? ¿Pasan más días tristes, deprimidos y enfermos en comparación con la cantidad de días que son felices y comen con ganas? ¿Tu mascota tiene dolor? ¿Este dolor es manejable?
Una vez que un cliente ha expresado su decisión, es importante confirmar tres cosas:
Es recomendable hacer todos los trámites de documentación antes de la eutanasia para que los clientes puedan irse inmediatamente después del procedimiento, y que puedan comenzar el duelo en lugar de tener que hacer el papeleo. La única excepción a esto es cuando el paciente se encuentra en estado crítico, lo que significa que la eutanasia no puede esperar.
Es recomendable no realizar la eutanasia en una consulta general o en las principales zonas de tratamiento, sino en una habitación privada habilitada para ello. Esto es importante especialmente si el cliente regresa en el futuro con otra mascota o una mascota nueva. A menudo les resulta difícil entrar en la consulta y recordar la eutanasia de su querida mascota.
Es importante ofrecer a los clientes un tiempo para estar a solas con su mascota para despedirse en privado. Una vez de vuelta en la habitación se explica el proceso de la eutanasia, incluyendo los siguientes puntos:
Una vez realizada la eutanasia, se debe preguntar de nuevo al cliente si quiere pasar un poco más de tiempo en privado con su mascota. Es un gesto que muchos propietarios agradecen enormemente y que debe tenerse siempre en cuenta. Para terminar, es importante mostrarnos empáticos y mostrar nuestro apoyo en el proceso: “Lamento mucho su pérdida. Cuídense mucho y por favor avísenos si podemos ayudarles de alguna manera”.
Euthanasia (part 1): caring for the client. Gerardo Poli. Vet Times.