En las fronteras de la ciencia, la investigación y la medicina surgen constantemente nuevas modalidades de tratamiento. Los veterinarios deben contar con las herramientas adecuadas para el tratamiento para el manejo del dolor multimodal en pequeños animales. A continuación se describen tres técnicas que pueden ser de ayuda en algunos pacientes.
Steve Dale, Certified Animal Behavior Specialist, y Leilani Álvarez, DVM, DACVSMR, CVA, CCRT, presentaron su sesión "Pain Can Be Heeled: Multimodal Now Included Dog Training"1 en la Conferencia Fetch DVM360 2022 en Charlotte, Carolina del Norte. En ella trazaron paralelismos con la investigación realizada en medicina humana que muestra cómo el estrés, la ansiedad, la depresión y otros estados de ánimo negativos pueden aumentar la percepción del dolor2. En estudios que examinaron el dolor lumbar crónico, el reemplazo total de cadera y la artroplastia total de rodilla, el miedo y la ansiedad en torno al dolor empeoraron los resultados en términos de percepción y función del dolor2,3. Por el contrario, un abordaje positivo condujo a niveles más bajos de dolor y discapacidad en un estudio4. Los resultados de otro estudio mostraron una reducción significativa del dolor durante 12 meses cuando se combinaron fármacos antidepresivos con un plan de control del dolor5.
Según explicaron, esta evidencia sugiere un vínculo entre el estado mental y la percepción del dolor, señalando estrategias cognitivas para el manejo del dolor en humanos como una guía para reducir el miedo, el estrés y la ansiedad en los animales. Recomendaron la Certificación Fear Free, un programa que educa a los profesionales veterinarios sobre técnicas para prevenir y aliviar las emociones negativas en sus pacientes. El objetivo es reducir el estrés, la ansiedad y el miedo de la mascota como parte de un enfoque multimodal para el manejo del dolor.
Dale y Álvarez explicaron que algunos comportamientos pueden provocar lesiones crónicas en los tejidos blandos. “Veo perros, particularmente de razas pequeñas, saltar arriba y abajo de los muebles todo el día… A menudo aterrizan en superficies resbaladizas dañando el cartílago carpiano y terminan con lesiones de hiperextensión carpiana”, explica Álvarez.
Estas lesiones se pueden recuperar o prevenir si el perro recibe un entrenamiento conductual personalizado diseñado para eliminar o modificar ese comportamiento que le está dañando mediante sesiones domiciliarias o virtuales con un especialista en comportamiento animal.
Durante años, los médicos han utilizado ampliamente la oxigenoterapia hiperbárica en la medicina humana para tratar a pacientes con muchas afecciones, incluidas la enfermedad por descompresión, infecciones graves, heridas que no cicatrizan y anemia. Su uso en medicina veterinaria es relativamente nuevo, con investigaciones aún emergentes y un número limitado de hospitales veterinarios que lo emplean.
Durante la terapia, el animal se coloca de forma segura y cómoda en una cámara con una atmósfera compuesta por oxígeno al 100 % y una presión de 1,5 a 3 veces superior a la presión atmosférica normal, lo que permite que llegue más oxígeno a los tejidos de todo su cuerpo. De acuerdo con el Hospital de Pequeños Animales de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Florida, este tratamiento generalmente produce "una reducción de la inflamación, una estimulación de la formación de nuevos vasos sanguíneos en el tejido inflamado o en proceso de cicatrización, una reducción de la presión causada por lesiones en la cabeza o la médula espinal, una mejor curación de las heridas y mejor control de infecciones”6.
Aunque actualmente se limita a un pequeño número de hospitales veterinarios, la oxigenoterapia hiperbárica puede ser una nueva modalidad en el futuro para el manejo del dolor a la espera de más investigación.
Referencias:
Addressing multimodal pain management with 3 novel approaches. DVM360.