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Muchos animales de compañía que reciben quimioterapia son tratados por un oncólogo veterinario especialista y realizan controles periódicos en su veterinario habitual como parte del protocolo de tratamiento. Es frecuente que en estos controles el veterinario administre un tratamiento sintomático para ayudar a mitigar los efectos adversos de la terapia.

Los veterinarios de atención primaria también pueden monitorizar a los pacientes en busca de recurrencia o progresión de la enfermedad con exámenes físicos de rutina y pruebas de imagen. Por lo tanto, el veterinario de atención primaria juega un papel crucial en el cuidado de los pacientes oncológicos. El plan de seguimiento de los pacientes con cáncer depende del diagnóstico, el plan de tratamiento y la proximidad del cliente al especialista en oncología veterinaria. 

Puntos clave para el control de pacientes oncológicos

• Los veterinarios de atención primaria juegan un papel crucial en el manejo de los pacientes oncológicos, tanto durante el tratamiento como en el periodo de seguimiento posterior al mismo.
• Los efectos hematológicos tóxicos de la quimioterapia se controlan mejor con hemogramas completos seriados después del tratamiento, y la mayoría de los fármacos causan los niveles más bajos de neutrófilos y plaquetas de 5 a 10 días después de la administración.
• Es probable que el riesgo de infección aumente cuando el recuento de neutrófilos cae por debajo de 750/μl; sin embargo, cualquier paciente que muestre signos de enfermedad durante un periodo de nadir anterior debe ser tratado por una sepsis potencial, independientemente del recuento de neutrófilos.
• La obtención de la temperatura corporal (la rectal es ideal) al realizar un hemograma completo después de la quimioterapia es esencial para interpretar si es necesario que el paciente reciba un tratamiento adicional frente a la neutropenia inducida por la quimioterapia.
• La trombocitopenia inducida por quimioterapia rara vez es un problema clínico, pero los pacientes con trombocitopenia grave (<50 × 10³/μl) deben ser monitorizados para detectar signos de sangrado.
• La toxicidad gastrointestinal secundaria a la quimioterapia generalmente ocurre de 2 a 5 días después del tratamiento y mejora dentro de los 3 a 5 días posteriores al inicio. Los medicamentos de apoyo gastrointestinal (antieméticos, antidiarréicos y estimulantes del apetito) pueden ayudar a aliviar los signos clínicos durante este periodo.
• Además de la mielosupresión y los efectos gastrointestinales, los agentes de quimioterapia también pueden producir efectos tóxicos específicos de órganos (p. ej., hepatotoxicidad, cardiotoxicidad).
• Después del tratamiento, se recomienda realizar un control periódico tanto de los tumores hematopoyéticos como de los sólidos. El reconocimiento rápido de la progresión de la enfermedad generalmente se correlaciona con mejores resultados para muchos tipos de cáncer.

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Monitoring of Chemotherapy Patients in General Practice. Today's Veterinary Practice.