Durante una conferencia en el Veterinary Meeting & Expo (VMX) de 2023 en Orlando, Florida, Susan Orosz, PhD, DVM, DABVP (Avian), DECZM (Avian), propietaria de Bird and Exotic Pet Wellness Center en Toledo, Ohio, se centró en un nicho de población en medicina veterinaria, los loros geriátricos1. ¿Qué clasifica a estas aves como geriátricas? Varía en función de cada especie, sin embargo, Orosz explcó que con alrededor de 20 años se empiezan a ver signos de deterioro.
Las aves tienen una esperanza de vida más larga en comparación con los mamíferos de tamaño similar2. Orosz explicó: “Las aves tienen una tasa de envejecimiento más lenta, sus mecanismos celulares son diferentes y les permite tener una vida más larga. Creemos que esto puede deberse a que los pájaros vuelan”. Se cree que volar ayuda a estos animales a evitar la depredación y esto, junto con sus sistemas corporales, les proporciona una "fuente de la juventud". Sin embargo, como todos los demás seres vivos, inevitablemente comienzan a envejecer y padecen afecciones como tumores, enfermedades hepáticas crónicas, lesiones cardiacas, etc. Para ayudar a identificar estas enfermedades y maximizar su calidad de vida, Orosz detalló cómo realizar exámenes clínicos en loros geriátricos.
El chequeo debe adaptarse a cada loro en particular. Aunque es posible que algunos solo necesiten visitas anuales, es más probable que deban acudir al menos dos veces al año. El examen del loro geriátrico debe incluir una evaluación de posibles cambios físicos, conductuales, cognitivos y ortopédicos.
Los signos físicos que se deben buscar en los loros mayores incluyen variaciones en la calidad y el color de las plumas y alteraciones de la muda y el acicalamiento. También se deben examinar la calidad de los pies y la fuerza de agarre, así como la postura de las alas. Es importante revisar los oídos y los ojos en busca de signos de cataratas y cualquier masa que pueda estar desarrollándose.
Es importante evaluar si el comportamiento del ave ha cambiado, preguntando a los propietarios sobre su actividad, por ejemplo, si está volando con tanta frecuencia o si hay cambios en el lugar y la forma en que se posa en su jaula. Los cambios de comportamiento pueden indicar dolor o alteración mental.
Los veterinarios deben evaluar y determinar la cognición de estos pacientes. La complejidad del pensamiento varía según la especie, por lo que es importante tener en cuenta cualquier cambio en la cognición de ese paciente específico desde la perspectiva del propietario.
Es importante explorar y palpar al animal, buscando inflamaciones, cambios en la forma del pico, palpar cada ala y las articulaciones. A medida que las aves envejecen, pueden desarrollar artritis en varias localizaciones. Se recomienda explorar bien los pies y buscar cambios en las superficies plantares.
Referencias
Performing a health exam on geriatric parrots. Julia Burke, Associate Editor. DVM 360.