La agresión es un comportamiento común en todas las especies, y en el caso de los humanos, tiene raíces psicológicas y sociológicas complejas. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que factores externos, como la temperatura más alta, pueden aumentar la probabilidad de agresión tanto en humanos como en otras especies.
Además, se ha encontrado que la exposición a corto plazo a contaminantes del aire, como las partículas < 2,5 μm y el ozono, también aumenta la incidencia de delitos violentos contra las personas. Este estudio investigó si este vínculo entre la exposición a la contaminación del aire y la agresión también se extiende a las mordeduras de perros a humanos.
Esta investigación recientemente publicada en Scientific Reports, realizada por un equipo de científicos, analizó más de 69.000 informes de perros que mordieron a humanos, obtenidos de registros públicos de ocho ciudades de Estados Unidos durante un periodo de diez años. Se tuvieron en cuenta variables como la temperatura, los contaminantes atmosféricos < 2,5 μm y el ozono, así como factores estacionales y de calendario. Se utilizaron curvas de exposición-respuesta para evaluar la asociación entre el resultado y las principales variables de exposición.
Los resultados mostraron que las tasas de mordeduras de perros estaban influenciadas por factores ambientales. Las mordeduras de perros aumentaban con el aumento de la temperatura y el ozono, pero no con la exposición a partículas < 2,5 μm. Además, se observó que los niveles más altos de radiación ultravioleta también estaban relacionados con tasas más altas de mordeduras de perros.
Estos hallazgos sugieren que los perros, o las interacciones entre humanos y perros, son más hostiles en los días calurosos, soleados y con contaminación del aire.
Dey, T., Zanobetti, A. & Linnman, C. The risk of being bitten by a dog is higher on hot, sunny, and smoggy days. Sci Rep 13, 8749 (2023). https://doi.org/10.1038/s41598-023-35115-6