Los veterinarios tienen habitualmente a dificultades para identificar y diagnosticar la leishmaniosis en gatos, a pesar de que estudios recientes han demostrado que pueden infectarse y desarrollar la infección de manera crónica. Con el objetivo de facilitar el diagnóstico y descubrir nuevos casos, un grupo de investigadores de la Universidad de Málaga y el Instituto de Salud Carlos III ha llevado a cabo un estudio en el que se recogieron muestras de sangre, tejidos y controles de salud de más de 500 gatos, y se analizaron todos los resultados para desarrollar un algoritmo de diagnóstico de leishmaniosis en gatos. Los resultados de su trabajo han sido publicados en la revista Current Trends on Biotechnology & Microbiology.
Uno de los principales desafíos al evaluar la infección activa por Leishmania infantum en gatos es determinar qué alteraciones se deben buscar en las pruebas realizadas. Aunque algunos parámetros de la infección en perros y humanos son extrapolables, los gatos presentan resistencia natural al desarrollo clínico y a menudo tienen coinfecciones o enfermedades subyacentes, lo que dificulta el estudio de las pruebas.
Para desarrollar este algoritmo de diagnóstico, se tomaron como referencia los signos clínicos observados en perros y humanos, y se buscaron trastornos similares en gatos. Durante la investigación se encontró que el límite de dilución utilizado en perros no es efectivo en gatos, y se desarrolló una técnica de flujo lateral que dio resultados positivos en diluciones menores en gatos con nódulos cutáneos positivos a L. infantum. El diagnóstico se basó principalmente en la identificación de nódulos cutáneos y otras lesiones cutáneas, y se utilizaron técnicas como raspados profundos de piel y citología por aspiración con aguja fina.
El abordaje diagnóstico en gatos puede realizarse teniendo en cuenta dos grupos: aquellos sin signos clínicos evidentes pero en contacto con el parásito, y aquellos con signos clínicos que sugieren leishmaniosis. En el primer grupo, se deben realizar pruebas como raspados profundos de piel, citología, PCR y microscopía para detectar la presencia del parásito. En el caso de gatos con signos clínicos, como pérdida de peso, lesiones cutáneas y otros síntomas, también se deben realizar pruebas analíticas, pero cabe destacar que la presencia del parásito no excluye otras enfermedades. Si se encuentra el parásito, se recomienda un tratamiento local y un seguimiento del gato en el futuro.
Sandra López Fernández, Carmen Chicharro, Javier Nieto, Fernando Fariñas Guerrero. Feline Feishmanioasis Diagnost Algorithm. Curr Tr Biotech & Microbio 3(4)- 2023. CTBM.MS.ID.000170. DOI: 10.32474/CTBM.2023.03.000170.