La decisión del tutor a la hora de optar por la eutanasia conductual de su perro debido a comportamientos problemáticos graves es difícil. Bajo esta premisa, un equipo de investigación veterinario se planteó elaborar un cuestionario sobre la eutanasia conductual en perros, una iniciativa pionera en este campo que busca profundizar en los tipos de comportamientos que llevan a los propietarios a tomar tan drástica medida.
La agresión dirigida hacia los humanos, especialmente hacia adultos que conviven en el mismo hogar, ha sido identificada como la causa más frecuente para elegir la eutanasia conductual. Esta se sigue de cerca por la agresión hacia otros animales, particularmente otros perros residentes en el hogar. Se ha reportado que la mayoría de los perros que muestran agresión, tanto hacia personas como hacia otros animales, han mordido y causado lesiones en la piel, y muchos han tenido episodios múltiples o graves de mordeduras.
El estudio revela que la mayoría de los canes habían vivido en sus hogares y mostrado comportamientos problemáticos durante más de un año antes de la eutanasia, que se practicó en perros de todas edades, desde menos de un año hasta los 18 años. La investigación subraya la necesidad de comprender mejor los factores ambientales o no conductuales que contribuyen a la eutanasia conductual en animales de compañía, así como el impacto psicosocial y emocional de esta decisión en los humanos.
Las conclusiones del estudio enfatizan que entender los factores conductuales que llevan a la eutanasia puede ayudar a dirigir recursos hacia intervenciones efectivas para comportamientos problemáticos. Mejorar la educación pública sobre el comportamiento canino puede fortalecer el vínculo entre humanos y animales, mejorar la calidad de vida de ambos y reducir los riesgos de seguridad en hogares y comunidades con múltiples especies. Esto podría, a su vez, disminuir la frecuencia de la eutanasia conductual en perros domésticos.
Este estudio abre un importante debate sobre cómo las intervenciones tempranas y una mejor comprensión del comportamiento canino pueden prevenir decisiones extremas y fomentar una convivencia más segura y armoniosa entre humanos y perros.
Front. Vet. Sci., 17 April 2024 Sec. Animal Behavior and Welfare Volume 11 - 2024 | https://doi.org/10.3389/fvets.2024.1387076