Un reciente estudio veterinario retrospectivo ha evaluado la eficacia de dos protocolos de quimioterapia basados en lomustina para tratar linfomas caninos gastrointestinales (GI) y hepatoesplénicos (HS), formas poco comunes y agresivas de linfoma en perros que generalmente tienen un mal pronóstico y responden pobremente a la quimioterapia tradicional.
El estudio, que abarcó registros médicos de perros diagnosticados citológica o histológicamente con linfoma entre 2019 y 2022, se centró en dos protocolos específicos: L-LOP (L-asparaginasa, lomustina, vincristina y prednisolona) y L-LOPP (con la adición de procarbazina). Los resultados mostraron que estos tratamientos fueron bien tolerados por los pacientes, con eventos adversos severos poco frecuentes.
La supervivencia libre de progresión mediana (PFS) para los linfomas GI fue de 56 días, con un rango de 10 a 274 días, mientras que el tiempo de supervivencia mediana (MST) fue de 93 días, variando entre 10 y 325 días. Para los linfomas HS, la PFS mediana fue de 57 días (rango de 8 a 135 días) y el MST fue de 210 días (rango de 8 a 240 días). Estos resultados sugieren que los protocolos L-LOP/LOPP son comparables a los tratamientos basados en CHOP, una quimioterapia comúnmente utilizada en estos casos, que mostraron MST de 60 y 77 días en estudios previos.
Es notable que los linfomas GI y HS caninos presentan signos clínicos no específicos como anorexia, letargo, pérdida de peso, diarrea y vómitos, lo cual puede retrasar el diagnóstico y empeorar el pronóstico. La mayoría de estos linfomas son de origen T-cell, aunque este estudio no pudo establecer una tendencia clara en el fenotipo inmunológico para los linfomas GI debido a la falta de inmunotipificación en la mayoría de los casos.
El tratamiento con lomustina, aunque conlleva un riesgo de hepatotoxicidad inducida por el fármaco, fue administrado con precauciones adecuadas para minimizar este riesgo, ajustando las dosis según el estado hepático de los perros. Los eventos adversos observados fueron leves y transitorios, permitiendo la recuperación tras ajustar las dosis o intervalos de administración.
A pesar de las limitaciones del estudio, como su naturaleza retrospectiva y el pequeño número de casos, los resultados sugieren que los protocolos de quimioterapia L-LOP/LOPP son una opción viable y bien tolerada para el tratamiento de linfomas caninos GI y HS. Sin embargo, se requieren estudios prospectivos más amplios para confirmar estos hallazgos y determinar la mejor opción de tratamiento para estos tipos de linfoma en perros.
Front. Vet. Sci., Sec. Oncology in Veterinary Medicine Volume 11 - 2024 | https://doi.org/10.3389/fvets.2024.1373180