Los gatos aprovechan su conciencia corporal para atravesar espacios pequeños, ya que confían tanto en el método de prueba y error como en su capacidad para representar mentalmente su tamaño para pasar por aperturas estrechas o bajas. Un reciente estudio ha revelado detalles que pueden ser interesantes para los veterinarios sobre la habilidad de los gatos para calcular el tamaño de las aberturas que intentan atravesar, mostrando cómo estos animales se basan en su conciencia corporal para enfrentar ciertos obstáculos espaciales.
Esta investigación, realizada con 30 gatos domésticos, demuestra que los felinos pueden confiar tanto en el método de prueba y error como en su capacidad para representar mentalmente su tamaño al negociar aperturas muy estrechas o bajas.
Los investigadores probaron a los gatos con una serie de aperturas progresivamente más pequeñas, de diferentes alturas y anchos. Curiosamente, los gatos no dudaron en pasar por las aberturas más estrechas, incluso cuando eran más angostas que su pecho. Sin embargo, mostraron una marcada vacilación cuando las aberturas eran más bajas que su propia altura, lo que indicaba que los gatos son conscientes de las limitaciones de su cuerpo cuando se enfrentan a espacios incómodamente cortos.
Los gatos, conocidos por su increíble flexibilidad gracias a su esqueleto particular y a sus clavículas flotantes, parecen usar una combinación de habilidades. Por un lado, confían en su capacidad física para moverse a través de aperturas angostas, y por otro, parecen ser conscientes de su propio tamaño cuando las aberturas son demasiado bajas para que puedan atravesarlas fácilmente. Además, el estudio destaca el uso de las vibrisas o bigotes de los gatos, que les ayudan a evaluar el espacio cuando se acercan a aberturas difíciles, compensando su visión limitada en distancias cercanas.
Este estudio ofrece nuevas perspectivas sobre el comportamiento espacial y la conciencia corporal de los gatos, lo que puede ser útil en la práctica clínica veterinaria. La forma en que los gatos manejan el estrés de enfrentarse a obstáculos, especialmente en entornos clínicos desconocidos, podría mejorar si se tienen en cuenta sus capacidades espaciales y su preferencia por moverse a través de espacios altos y estrechos. También puede ser útil para entender cómo los gatos evalúan el entorno, lo que puede ser relevante al diseñar refugios o espacios para ellos.
Los autores del estudio sugieren que futuras investigaciones podrían explorar más a fondo cómo los gatos utilizan su conciencia corporal en otros entornos desafiantes, como el salto o la exploración de espacios tridimensionales, lo que podría arrojar luz sobre otros aspectos de la cognición y el comportamiento felino.
Este descubrimiento no solo resalta la agilidad y flexibilidad de los gatos, sino también su capacidad para adaptarse a entornos complejos, ofreciendo a veterinarios y expertos en comportamiento animal valiosas herramientas para comprender mejor el comportamiento de estos fascinantes felinos. Así, los gatos parecen hechos de material líquida, ya que pueden adaptar su cuerpo a diferentes posiciones para salvar los obstáculos que se les presentan por el camino.