Un reciente estudio publicado en Frontiers in Veterinary Science ha demostrado que la implementación de prácticas diarias de bienestar en profesionales veterinarios puede mejorar significativamente su calidad de vida profesional. Esta investigación se centró en un grupo de veterinarios y técnicos que trabajan en un hospital veterinario de urgencias y especialidad, analizando cómo prácticas sencillas de bienestar pueden influir en su satisfacción laboral, niveles de agotamiento y estrés traumático secundario.
La profesión veterinaria es conocida por su alto nivel de estrés. Los trabajadores veterinarios, además de enfrentarse a la presión diaria de tomar decisiones médicas críticas, suelen lidiar con el sufrimiento de sus pacientes y las expectativas emocionales de los propietarios de mascotas. Estos factores, combinados con una alta carga de trabajo y las limitaciones en la atención médica que pueden ofrecer, conducen a problemas como la fatiga por compasión, el estrés traumático secundario (STS) y el agotamiento (burnout). De hecho, diversos estudios han vinculado estos factores con un aumento del riesgo de problemas de salud mental, como depresión y ansiedad, dentro del ámbito veterinario.
Con este panorama en mente, los investigadores plantearon la hipótesis de que la adopción de prácticas diarias de bienestar podría tener un impacto positivo en la vida profesional de los veterinarios. Para evaluar esta hipótesis, se diseñó un estudio longitudinal en el que participaron 21 veterinarios, 46 técnicos y 18 asistentes de un hospital veterinario especializado que opera las 24 horas. Los participantes se dividieron en dos grupos: un grupo que implementó prácticas de bienestar diarias y un grupo de control que no adoptó estas prácticas de manera obligatoria.
El estudio utilizó la herramienta de autoevaluación Professional Quality of Life (ProQOL) para medir tres aspectos clave del bienestar de los profesionales: la satisfacción por compasión (Compassion Satisfaction, CS), el agotamiento (Burnout Scores, BS) y el estrés traumático secundario (Secondary Traumatic Estrés, STS). Los participantes del grupo experimental debían incorporar una o más prácticas diarias de bienestar, que incluían ejercicios de respiración consciente, expresiones de gratitud, o el uso de la plataforma Lyra, un recurso de apoyo en salud mental disponible para los empleados del hospital.
Estas prácticas se integraron en la rutina diaria de los participantes durante seis meses, y las evaluaciones mediante ProQOL se realizaron en tres momentos: al inicio del estudio, al primer mes, a los tres meses y al finalizar el estudio, a los seis meses. Se ofrecieron incentivos, como tarjetas de regalo, para motivar a los participantes a completar las encuestas a lo largo del proceso.
Los resultados mostraron una mejora significativa en los niveles de satisfacción por compasión (CS) en el grupo que implementó las prácticas de bienestar. Al inicio del estudio, los participantes presentaban una puntuación media de 37.6 en CS, que aumentó a 40.1 tras seis meses de prácticas. Además, el análisis de los datos ajustados reveló que las puntuaciones de satisfacción por compasión en el grupo experimental fueron, en promedio, 3 puntos más altas que las del grupo de control, una diferencia estadísticamente significativa (p = 0.048).
Por otro lado, no se observaron diferencias significativas en los niveles de agotamiento (BS) ni en los de estrés traumático secundario (STS) entre los dos grupos. Aunque hubo un leve aumento en el estrés traumático en el grupo de intervención durante el primer mes, este efecto no persistió en los meses posteriores. Los niveles de agotamiento tampoco experimentaron mejoras significativas a lo largo del estudio.
Además de los datos objetivos obtenidos a través de la herramienta ProQOL, el estudio también recogió impresiones subjetivas de los participantes sobre cómo las prácticas de bienestar afectaron su vida diaria. Muchos de los participantes reportaron que las prácticas de bienestar, como los ejercicios de respiración y las expresiones de gratitud, se convirtieron en hábitos que les ayudaban a manejar mejor el estrés diario. Algunos mencionaron que estas prácticas se integraron en su rutina sin necesidad de una planificación consciente, utilizándolas especialmente en momentos de estrés.
Uno de los aspectos que más destacó entre los participantes fue el uso de la "esquina acogedora” o "espacio zen”, un área especial dentro del hospital diseñada para ofrecer un entorno tranquilo donde el personal pudiera relajarse y practicar técnicas de mindfulness. Este espacio fue una iniciativa de los propios empleados, quienes trabajaron en conjunto con la dirección del hospital para crearlo, y se convirtió en un lugar clave para las pausas de bienestar.
El uso de la tecnología también jugó un papel relevante. Varios participantes mencionaron que utilizaban aplicaciones de respiración en sus relojes inteligentes para ayudarles a relajarse, y algunos incluso señalaron que estos ejercicios mejoraron su higiene del sueño, un aspecto de particular relevancia para los profesionales veterinarios que suelen tener horarios irregulares y altamente demandantes.
El estudio concluyó que las prácticas de bienestar pueden tener un impacto positivo en la satisfacción laboral de los profesionales veterinarios, particularmente en la satisfacción por compasión. No obstante, los resultados no mostraron una reducción significativa en el agotamiento ni en el estrés traumático secundario, lo que sugiere que estos problemas, profundamente arraigados en la profesión veterinaria, podrían requerir intervenciones más amplias y estructurales.
Entre los factores que probablemente contribuyeron al éxito de la implementación de las prácticas de bienestar se encuentran el apoyo por parte del liderazgo del hospital, la accesibilidad de los recursos y la consistencia en la promoción de estas prácticas. Además, la creación de un entorno laboral que fomente la seguridad psicológica y el apoyo entre compañeros (como los "sistemas de compañeros”) también fue clave para que los empleados adoptaran y mantuvieran estas prácticas.
El equipo de investigación sugiere que futuros estudios deberían ampliar la muestra de participantes e incluir un periodo de seguimiento más prolongado para determinar si los beneficios observados pueden mantenerse a largo plazo. Asimismo, recomiendan que se exploren otros tipos de intervenciones, incluyendo cambios estructurales en los entornos laborales veterinarios, para abordar el agotamiento y el estrés traumático secundario de manera más efectiva.
Este estudio representa un paso importante hacia la mejora del bienestar de los profesionales veterinarios, quienes, a menudo, enfrentan altos niveles de estrés y agotamiento en su labor diaria. Al demostrar que incluso prácticas simples pueden mejorar aspectos clave de su calidad de vida profesional, este trabajo subraya la importancia de priorizar la salud mental y el bienestar en el ámbito veterinario.
Alwood Ames J. , Ferrentino DIana A. , Olson Sonja A. , Rodriguez Veronyca I. The positive impact of daily well-being practices on individual veterinary professionals’ professional quality of life self-assessment scores within an emergency and specialty hospital. Frontiers in Veterinary Science, Vol. 11, 2024. https://www.frontiersin.org/journals/veterinary-science/articles/10.3389/fvets.2024.1381090