Una investigación veterinaria reciente ha confirmado que el entrenamiento en la escala de muecas felinas (EMF) aumenta la fiabilidad en la evaluación del dolor en gatos, especialmente en unidades de acción con baja fiabilidad inicial, como la tensión del hocico. Antes del entrenamiento, los veterinarios participantes mostraron una fiabilidad moderada en sus evaluaciones del dolor felino, pero después de la capacitación se alcanzó una fiabilidad buena (ICC = 0,80). Esto sugiere que la formación en EMF puede ayudar a estandarizar el manejo del dolor en gatos en la práctica veterinaria.
El estudio utilizó el análisis de Bland-Altman para medir los límites de acuerdo (LoAs) y el sesgo entre las puntuaciones de los participantes y un evaluador experto. Los resultados indicaron que, aunque los LoAs eran ajustados tanto antes como después del entrenamiento, el sesgo fue positivo en ambos momentos, lo que sugiere una leve tendencia de los veterinarios a subestimar el dolor en comparación con el evaluador experto. Esto es importante en la práctica clínica, ya que una ligera subestimación podría llevar a que algunos gatos no reciban la analgesia necesaria en casos de dolor límite. Sin embargo, el juicio clínico podría compensar este sesgo.
La fiabilidad de la EMF ya ha sido documentada en diferentes contextos, con resultados generalmente buenos o excelentes. No obstante, este estudio es el primero en evaluar específicamente el impacto del entrenamiento en veterinarios de pequeños animales y en una metodología de evaluación práctica con un único evaluador, lo cual refleja mejor el entorno clínico.
El estudio, aunque revelador, también presenta algunas limitaciones: se realizó con una muestra pequeña de veterinarios sin formación avanzada en dolor felino y con diversa experiencia clínica. Además, la variabilidad en el género y la experiencia de los participantes podría haber influido en las evaluaciones del dolor, según sugieren estudios previos. Esto resalta la necesidad de más investigaciones que incluyan factores como género, experiencia y diferentes métodos de formación en el uso de la EMF.
Los autores recomiendan la implementación de un entrenamiento básico en la EMF en la práctica veterinaria de pequeños animales, ya que podría mejorar la precisión en la evaluación del dolor y contribuir a un cuidado más estandarizado y de alta calidad para los pacientes felinos.