Un estudio reciente ha analizado el papel de los gatos callejeros en la propagación de Leishmania infantum, el parásito responsable de la leishmaniosis, en áreas endémicas de España. Realizado en Zaragoza, el estudio investigó la exposición de gatos callejeros a las picaduras del flebótomo Phlebotomus perniciosus, principal vector de la enfermedad, y su relación con la presencia de anticuerpos contra el parásito.
Los investigadores analizaron sueros de 204 gatos aparentemente sanos recolectados entre enero de 2021 y enero de 2022. Los resultados mostraron que el 40,69 % de los gatos tenían anticuerpos contra la saliva de P. perniciosus, lo que confirma una alta exposición al vector. Además, un 23,52 % de los gatos fueron positivos para L. infantum por Western blot, y el 27,41 % lo fueron por ELISA, evidenciando una seroprevalencia significativa del parásito.
Lo que hace aún más relevante este estudio es que, a pesar de la alta exposición al flebótomo, solo un pequeño porcentaje (33,7 %) de los gatos que dieron positivo para anticuerpos contra P. perniciosus también presentaron anticuerpos contra L. infantum, sugiriendo que la exposición al vector no siempre resulta en una infección activa.
El estudio también demostró una clara estacionalidad en la exposición, con un aumento de anticuerpos contra la saliva de P. perniciosus durante los meses más cálidos, coincidiendo con la temporada de mayor actividad del flebótomo. Estos datos refuerzan la importancia de los gatos como reservorios potenciales de L. infantum, especialmente en áreas endémicas, y sugieren que su monitoreo puede ofrecer valiosa información epidemiológica sobre la distribución de la enfermedad.
Los gatos callejeros, al estar expuestos de manera continua a los vectores sin medidas de prevención parasitaria, podrían desempeñar un papel crucial en la propagación de L. infantum en las zonas donde los flebotomos están presentes. Este estudio también resalta el potencial de los anticuerpos contra la saliva de P. perniciosus como biomarcadores epidemiológicos para rastrear la prevalencia de la enfermedad.
Aunque los resultados son prometedores, los investigadores destacan que aún se necesita más investigación para comprender completamente el papel de los gatos en la transmisión de la leishmaniosis y para desarrollar estrategias de control más efectivas. La detección de anticuerpos en gatos callejeros podría convertirse en una herramienta crucial para prevenir la propagación de L. infantum en áreas endémicas, lo que tendría un impacto positivo en la salud tanto animal como humana.
Este estudio, al ser el primero de su tipo en España, abre nuevas perspectivas para el monitoreo y control de la leishmaniosis, un paso fundamental hacia la protección de los animales y las personas en regiones donde la enfermedad es un desafío constante.