Marta Lázaro, Veterinary Manager de Farmina Pet Foods España, es la responsable de canal veterinario de la compañía italiana líder en nutrición de perros y gatos. Marta se encarga de traernos la información más reciente sobre el lanzamiento de Intestinal Ultracare Low Fat, que se incorpora a la gama de dietas veterinarias VetLife especificamente diseñado para el tratamiento de enteropatías crónicas en perros. El desarrollo de esta dieta innovadora se ha llevado a cabo en paralelo con el reconocido y prestigioso especialista Dr. Kenneth Simpson, Dip. ACVIM y ECVIM de Cornell University, en Nueva York, EE. UU. Basado en un estudio científico del que ahora hablaremos, propone opciones nutricionales prometedoras para el tratamiento de enteropatías crónicas en el perro.
La enteropatía crónica (EC) es un problema complejo en medicina veterinaria que recoge diversos trastornos inflamatorios crónicos que afectan el tracto gastrointestinal en perros. La EC se caracteriza por síntomas gastrointestinales persistentes que duran más de tres semanas. El diagnóstico de EC requiere un enfoque exhaustivo con una historia detallada, examen físico, análisis de sangre, evaluaciones de cortisol, urianálisis, exámenes fecales y niveles séricos de vitaminas. Para complementar, se utilizan métodos de diagnóstico más avanzados como ecografía abdominal, endoscopia biopsia intestinal y TLI (tripsina inmunorreactiva).
Un subconjunto clave de la EC es la Enteropatía Perdedora de Proteínas (PLE), marcada por bajos niveles de albúmina sérica, que requiere un tratamiento más específico, incluidos medicamentos.
Los perros con EC a menudo sufren malabsorción de vitaminas esenciales como B12, B9 y D, por tanto, es fundamental un correcto manejo nutricional.
Las dietas especializadas, particularmente aquellas con antígenos novedosos o proteínas hidrolizadas, han inducido remisión en el 60 % al 88 % de los perros con EC y niveles normales de albúmina sérica. Esto sugiere que la restricción de ingredientes puede ser más crítica que el enfoque en antígenos inmunogénicos específicos.
El Hospital for Animals de Cornell University realizó un estudio exhaustivo para evaluar la eficacia de diferentes dietas en el manejo de EC no perdedora de proteínas (no-PLE) y PLE en perros. En el estudio participaron perros de clientes con EC. Los propietarios proporcionaron comentarios semanales durante 12 semanas, seguidos de un seguimiento a largo plazo de 26 semanas. Se probaron tres dietas: control, HF (hydrolyzed fish) y HF+. Las dietas HF y HF+incluían pescado hidrolizado, almidón de arroz y aceite de pescado; HF+ también contenía prebióticos, cúrcuma y niveles más altos de vitamina B12. La dieta control incluía pollo y pescado no hidrolizados, maíz, arroz, grasa de pollo y aceite de pescado.
En este ensayo clínico doble ciego y controlado aleatoriamente, los perros recibieron una de las tres dietas durante 2 semanas. Los que respondieron continuaron con la misma dieta durante 12 semanas, mientras que los que no respondieron cambiaron de dieta durante el mismo período. Se evaluaron las respuestas clínicas, con seguimiento a las 26 semanas. Se permitieron medicamentos para los perros con PLE.
Los parámetros clave incluyeron el Índice de Actividad Clínica de Enteropatía Crónica Canina (CCECAI), puntuación fecal, cobalamina sérica y folato sérico. En el grupo no-PLE de 23 perros, los participantes se dividieron entre dieta control (7 perros), HF (7 perros) y HF+ (9 perros). Después de 2 semanas, 19 de 23 perros presentaron mejoría clínica, con una tasa de éxito del 83% a las 12 semanas. Cuatro perros recidivaron, pero lograron remisión a las 12 semanas después de cambiar de dieta. Dieciocho de los 23 perros estaban disponibles para el seguimiento a las 26 semanas, todos manteniendo la remisión. Cinco perros se perdieron en el seguimiento.
En el grupo PLE de seis perros (cinco en HF y uno en HF+), todos completaron el ensayo de 12 semanas con sus dietas iniciales. Similar al grupo no-PLE, las evaluaciones se basaron en mejoría clínica pasadas 2 semanas. Dos perros en HF+ recidivaron a las 6 semanas y cambiaron a HF, uno logró la remisión y el otro se retiró por inapetencia. Los siete perros con PLE permanecieron en remisión al seguimiento a las 26 semanas.
Estos resultados destacan la eficacia de las intervenciones dietéticas para lograr remisión a largo plazo en EC no-PLE. Las modificaciones dietéticas normalizaron los niveles séricos de cobalamina y folato, con dietas de ingredientes limitados que contienen pescado hidrolizado y aceite de pescado, siendo una promesa para casos de PLE.
El análisis sérico a las 12 semanas mostró niveles aumentados de cobalamina en todos los grupos de dieta. Después de una disminución inicial en el folato sérico a las 6 semanas, las dietas reformuladas con niveles más altos de folato mantuvieron niveles normales de folato en perros con y sin PLE. Este estudio es el primero en demostrar que la intervención dietética por sí sola puede mantener los niveles de vitaminas séricas sin suplementación adicional.
Como conclusión, este estudio demuestra que la remisión clínica a largo plazo puede lograrse en perros con EC mediante dietas de ingredientes limitados, cuyo éxito está vinculado a la restricción de ingredientes más que a objetivos inmunogénicos específicos. Las modificaciones dietéticas normalizan eficazmente las concentraciones séricas de cobalamina y folato, apoyando así la recuperación en perros con PLE y destacando los beneficios de enfoques dietéticos personalizados en el manejo de enfermedades gastrointestinales en perros.
Según estos hallazgos, Farmina desarrolló Vetlife Intestinal UltraCare Low Fat, una dieta de ingredientes limitados específicamente formulada para la EC en perros, que presenta pescado hidrolizado y aceite de pescado como fuentes únicas de proteína y grasa, y está enriquecida con folato y cobalamina para normalizar los niveles vitamínicos en casos de malabsorción.
Bibliografía:
- Simpson K. W., Miller M. L., Loftus J. P., Rishniw M., Frederick C. E., & Wakshlag J. J. (2023). Randomized controlled trial of hydrolyzed fish diets in dogs with chronic enteropathy. Journal of veterinary internal medicine 37(6), 2334–2343. https://doi.org/10.1111/jvim.16844