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El ABC de la cardiología para veterinarios generalistas

La cardiología es sin duda una de las especialidades más complejas y amplias. Abarcarlo todo es complicado y en ocasiones es fácil perderse.


Alexis J. Santana Rodríguez
DVM, MCs. GPCert en Cardiología
Imágenes propiedad del autor

La cardiología es una especialidad clínica que requiere un amplio conocimiento de múltiples áreas de la medicina y cirugía, y es sin duda una de las más complejas y amplias. Estos conocimientos van desde anatomía, fisiología, física y bioquímica a técnicas de diagnóstico por imagen, electrocardiografía, técnicas laboratoriales y cada vez más en el día a día incluso cirugía y técnicas diagnóstico-terapéuticas de mínima invasión. Es por ello que se convierte en una especialidad donde es fácil perderse y donde en ocasiones abarcarlo todo es muy complicado.

Actualmente, incluso entre los especialistas y personas dedicadas a esta área de especialidad existen conocimientos que manejamos mejor que otros, y no es raro entre colegas consultar con el compañero que sabe más arritmia (nuestros queridos electricistas) o los que se dedican a la “fontanería” (terapia endovascular).

Sin embargo, tanto si nuestro objetivo es hacer una buena consulta de cardiología como si lo que necesitamos es consultar el caso con un colega o servicio de telemedicina, la correcta documentación del caso, así como la realización de pruebas pertinentes según una serie de criterios, será fundamental para llegar a buen fin.

¿Cuántas veces no has pensado qué prueba tienes que hacer en este caso? ¿Quizás una radiografía? ¿O será mejor una ecocardiografía?

Para no perdernos en este ABC de la correcta consulta en cardiología, vamos a empezar por unos buenos cimientos.

Anamnesis y exploración física

Es obvio que este es un punto fundamental a la hora de obtener información que nos permita plantear un correcto plan de diagnóstico diferencial. A veces fruto de la falta de tiempo en nuestro día a día nos olvidamos de algunas preguntas que son importantes.

A los que nos dedicamos a servicios de telemedicina estos datos junto con los de exploración física son aquellos que debemos “creer”, y por ende es importantísimo a la hora de remitir o consultar el caso, que sean veraces, completos y sin errores.

No debemos nunca olvidar estas preguntas de cara a un paciente donde se sospeche puede existir un problema cardiovascular:

  • ¿Tiene dificultad respiratoria? ¿Asociada el ejercicio o continua?
  • Si presenta tos, ¿asociada a algún momento?
  • Presenta retraso en el crecimiento con los hermanos (importante cuando son consultas de cachorros). De igual forma, ¿conoce historial de patologías cardiacas en los progenitores?
  • ¿Presenta pérdida de peso? ¿Qué alimentación toma? ¿Cuáles son sus rutinas de paseos y si se ven limitadas porque el paciente no puede realizarlas?
  • ¿Presenta “desmayos”? Si es así, ¿desde hace cuánto y cómo son esos “desmayos”?
  • ¿Toma algún tipo de medicación o tiene alguna patología ya diagnosticada?

Una vez tenemos esos datos como mínimo de la historia clínica debemos pasar a realizar la exploración física, está siempre debe ser lo más completa posible, pero nuevamente en nuestro ABC vamos a describir esos puntos que no deben faltar, y es que estos junto con la historia es lo que nos va a permitir recomendar una u otra prueba diagnóstica.

  • Coloración de mucosas de la cabeza y caudales (vulva o pene): es importante para poder determinar en algunas patologías congénitas la presencia de cianosis diferencial.
  • Presencia de distensión yugular o pulso yugular: hay que diferenciar bien si la yugular está distendida solo o si esta presenta una onda de pulso que va desde tórax a cabeza.
  • Palpación abdominal: principalmente evidenciar si un paciente presenta exploración compatible con ascitis (que puede ser consecuencia de una patología cardiaca).
  • Auscultación cardiaca: en este punto debemos auscultar ambos hemitórax y tanto en ápex cardiaco (mas pegado al esternón) como en base cardiaca (hacia las axilas del paciente). En ella debemos detectar posibles alteraciones en el ritmo (no todas serán arritmias), así como presencia de soplo. Los soplos los vamos a diferenciar en función del grado de intensidad del mismo (desde el I al VI), también si se presenta durante la sístole o la diástole (parece complicado pero no es nada difícil sobre todo con frecuencias cardiacas bajas, intenta repetir el sonido con la boca y podrás diferenciarlo). Y por último es importante también determinar en qué punto del tórax se ausculta la máxima intensidad del soplo (a esto le llamamos Punto de máxima intensidad PMI).
  • En auscultación respiratoria, al igual que la cardiaca, debemos valorar ambos hemitórax, desde dorsal a esternal y determinar las alteraciones en auscultación por regiones. En ocasiones algunas patologías van a determinar una anomalía en la auscultación en todo el tórax, pero en ocasiones otras solo en ciertas regiones (como por ejemplo en un caso de efusión compartimentada en un hemitórax exclusivamente, o en los casos de edemas agudos pulmonares con alteración principalmente en regiones caudo-dorsales de ambos hemitórax)
  • Por último, un dato que no debemos obviar es la palpación de pulso femoral, tanto en gatos como en perros, y su coincidencia con el latido cardiaco. A eso le llamamos relación latido-pulso, y en caso de arritmia esta puede no ser 1:1.

¿Qué pruebas hago?

Si en cardiología a todos los pacientes les tuviéramos que hacer las mismas pruebas, sería todo mucho más fácil, pero ni todos los propietarios pueden o están dispuestos a gastarse en pruebas innecesarias, ni éticamente es lo correcto, por ello es fundamental que las pruebas sean congruentes con el diagnóstico diferencial que manejamos y que vendrá determinado justamente por los datos de historia y exploración física.

Para hacer un resumen de lo que se suele recomendar vamos a intentar resumir qué pruebas son fundamentales en función de qué dato de los anteriores:

  • Si detectamos una alteración en el ritmo cardiaco, es fundamental la realización de electrocardiografía y analítica completa con electrolitos.
  • Si el paciente tiene una historia de dificultad respiratoria, tos o alteraciones en la auscultación pulmonar debemos realiza pruebas radiológicas de tórax (siempre tres proyecciones).
  • Ante la presencia de soplo en auscultación, la prueba que nunca debe faltar es un estudio ecocardiográfico.
  • Si la historia confiere presencia de síncope o bien en el estudio ECG se detecta una arritmia compatible con patología, es necesaria la realización de ecocardiografía, así como estudio Holter 24 horas.
  • Si la consulta es intolerancia al ejercicio o pérdida de peso y no hay alteraciones en la exploración física, es necesario un examen laboratorio completo, así como ecocardiografía y medición de presión arterial.

Evidentemente es un sencillo ABC que puede ser modificado según criterios del veterinario, pero que ayuda a entender qué pruebas son fundamentales y evita errores que se ven comúnmente, como diagnosticar cardiomegalia con estudios ECG, o determinar patologías congénitas con exámenes radiográficos.

Las pruebas con criterio según anamnesis y exploración física llevarán tu consulta de cardiología a otro nivel.

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