MI CUENTA |   
¿Todavía no estás registrado?

¿Qué factores debo tener en cuenta para mejorar la calidad de vida de mi paciente felino con enfermedad renal crónica?

El objetivo de este artículo es dar a conocer las complicaciones clínicas y clínico-patológicas de pacientes con ERC y los posibles tratamientos que podemos llevar a cabo.


Raquel Santiago
Lda. Vet; Residente Medicina Interna ECVIM-CA

La enfermedad renal crónica es una de las patologías más frecuentes en gatos y se considera que hasta el 30% de los gatos mayores de 10 años pueden padecerla. Se trata de una enfermedad crónica, progresiva y asociada a una alta mortalidad. Los pronósticos de supervivencia varían entre años y meses dependiendo del estadío IRIS en el que se encuentre el paciente.

Una comunicación sincera y clara con el propietario de los pacientes ERC es vital para su manejo clínico. Dentro de las limitaciones que supone el tratamiento de la ERC, hay un gran número de opciones terapéuticas que pueden mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

Por lo tanto, el objetivo de este artículo es dar a conocer las complicaciones clínicas y clínico-patológicas de pacientes con ERC y los posibles tratamientos que podemos llevar a cabo.

En la siguiente tabla vemos reflejados, en la columna de la izquierda, las complicaciones más frecuentes de pacientes con ERC, en la columna de la derecha, marcadas con una X, se encuentran las que se consideran factor pronóstico negativo.


ComplicacionesFactores pronóstico negativo
Deshidratación
Hipertensión
ProteinuriaX
Signos digestivos
Condición corporal
AnemiaX
HiperfosfatemiaX
Hipocalcemia

¿Cuáles son las opciones de las que dispongo para tratar las complicaciones de mi paciente con ERC?

1. Los pacientes con ERC suelen tener distintos grados de poliuria/polidipsia, por lo que es habitual que padezcan deshidratación crónica. Esto, además de influir en el estado general del paciente, puede empeorar la función renal por el factor pre-renal. En etapas tempranas de la enfermedad se recomienda favorecer el consumo voluntario de agua (dieta húmeda, fuentes, nuevos productos como Hydracare®). En fases avanzadas, puede ser complicado fomentar el consumo voluntario, por lo que la administración subcutánea de fluidoterapia (Ringer Lactato) mediante puertos permanentes subcutáneos o mediante inyección, puede ser una opción de manejo. La colocación de tubos de alimentación (Figura 1), normalmente tubos esofágicos en estos pacientes, nos puede ser de gran ayuda tanto para administrar la cantidad total de agua requerida como dieta renal y otras medicaciones. La familiarización del propietario con los tubos de alimentación debe ser tratada con normalidad y cariño, para que se sientan cómodos con su manejo y utilización.

Figura 1. Paciente renal crónico con tubo esofágico.Figura 1. Paciente renal crónico con tubo esofágico.

2. Aproximadamente un 60% de los gatos con ERC, tendrán hipertensión. Aunque esta no es un factor pronóstico, puede tener consecuencias graves en nuestros pacientes, principalmente en los denominados órganos diana (ojos, corazón y sistema nervioso central). Pacientes con valores de entre 160-179 mmHg de presión arterial sistólica (PAS) deberían iniciar tratamiento, con el objetivo de mantener la PAS < 150-160 mmHg. El fármaco de elección para la hipertensión en gatos es el amlodipino, a dosis de 0.1–0.25 mg/kg cada 24 horas. Los valores de PAS deben ser revisados de 7 a 10 días tras el inicio de la terapia.

3. La proteinuria, aunque es menos frecuente (20% de los pacientes ERC), es un factor pronóstico negativo. Por ello, debemos realizar dos mediciones de UPC, para poder determinar si nuestro paciente tiene proteinuria o no. En pacientes proteinúricos debemos instaurar tratamiento con IEK (benaceprilo) o fármacos que han demostrado ser igual de eficaces como el Telmisartan.

4. Los signos digestivos, entendiendo estos como vómitos y diarreas, pero también como pérdida de apetito (anorexia o hiporexia) y pérdida de peso, son factores clave en la calidad de vida de los pacientes renales. Por ello el uso crónico de fármacos como el maropitant, ha sido probado como efectivo en pacientes con ERC. Los estimulantes del apetito, tales como la mirtazapina, ahora disponible transdérmica (Mirataz®) nos pueden ser también de ayuda. El uso de gastro-protectores tales como el omeprazol, no se ha descrito como beneficioso en estos pacientes, a no ser que sospechemos de un sangrado gastrointestinal. Los signos digestivos en estos gatos suelen estar asociados a la estimulación central causada por la urea. Es también nuestra responsabilidad evitar la poli-medicación innecesaria en pacientes renales.

5. De un 30 a un 60% de los pacientes con ERC van a tener anemia, normalmente normocítica, normocrómica no regenerativa. En algunos de ellos, puede ser únicamente una anemia moderada sin signos clínicos, pero en pacientes con enfermedad avanzada puede ser severa e influir en cuadros de apatía y debilidad. Por ello el uso de Hierro Dextrano y Darbepoetina, pueden ser una solución para mejorar la calidad de vida de estos pacientes. La pauta de tratamiento y seguimiento está reflejada en la figura 2.

6. Por último, pero no menos importante, hablaremos de la dieta. La dieta renal, aplicada a partir de estadios IRIS 2, es el único factor asociado al retraso de aparición de crisis urémicas y mortalidad en estos pacientes. Las dietas renales felinas son bajas en fósforo, y suelen estar suplementadas con citrato potásico (evita la hipocalemia y alcaliniza para evitar en medida de lo posible la acidosis metabólica que pueden sufrir). Por ello el empleo de dietas de renales es fundamental. Su correcto uso es comenzar su uso en fases tempranas, para una mejor aceptación cuando el paciente no tiene signos digestivos, y evitarlas en situaciones de estrés, tales como hospitalizaciones. En gatos que no aceptan dietas renales comerciales, se puede consultar con un nutricionista para realizar dietas renales caseras, con el objetivo de mejorar la palatabilidad.

En conclusión, la prevalencia de las complicaciones de la ERC en gatos puede ser alta y variada. Una correcta identificación de las mismas y su tratamiento, son clave para mejorar la calidad de vida de nuestro paciente renal. Los planes de manejo individualizados y la comunicación con el propietario, debe ser otro factor fundamental en el cuidado de pacientes renales crónicos.

Bibliografía recomendada

  • Quimby, J. M., Brock, W. T., Moses, K., Bolotin, D., & Patricelli, K. (2015). Chronic use of maropitant for the management of vomiting and inappetence in cats with chronic kidney disease: a blinded, placebo-controlled clinical trial. Journal of feline medicine and surgery, 17(8), 692-697.
  • Sparkes, A. H., Caney, S., Chalhoub, S., Elliott, J., Finch, N., Gajanayake, I., ... & Quimby, J. (2016). ISFM consensus guidelines on the diagnosis and management of feline chronic kidney disease. Journal of feline medicine and surgery, 18(3), 219-239.
  • Chalhoub, S., Langston, C. E., & Farrelly, J. (2012). The use of darbepoetin to stimulate erythropoiesis in anemia of chronic kidney disease in cats: 25 cases. Journal of Veterinary Internal Medicine, 26(2), 363-369.
  • Quimby, J. M. (2016). Update on medical management of clinical manifestations of chronic kidney disease. Veterinary Clinics: Small Animal Practice, 46(6), 1163-1181.
  • Roudebush, P., Polzin, D. J., Ross, S. J., Towell, T. L., Adams, L. G., & Forrester, S. D. (2009). Therapies for feline chronic kidney disease: What is the evidence?.
  • Chalhoub, S., Langston, C. E., & Eatroff, A. (2011). Anemia of renal disease: what it is, what to do and what's new. Journal of Feline Medicine & Surgery, 13(9), 629-640.
  • Parker, V. J. (2021). Nutritional Management for Dogs and Cats with Chronic Kidney Disease. Veterinary Clinics: Small Animal Practice, 51(3), 685-710.
  •  Polzin, D. J. (2013). Evidence‐based step‐wise approach to managing chronic kidney disease in dogs and cats. Journal of veterinary emergency and critical care, 23(2), 205-215.