Según publica la FAO en su página web, la Universidad de Wageningen (Países Bajos) junto con la FAO han organizado, del 14 al 17 de mayo, un encuentro con el objetivo de evaluar la situación actual y el futuro potencial de los insectos como alimento humano y animal, al que han asistido 400 participantes de 45 países.
Eduardo Rojas-Briales, subdirector general de la FAO, intervino en la sesión inaugural con una ponencia titulada Insectos para alimentar el mundo, en la que afirmó que debido al aumento de la población mundial, las amenazas del cambio climático y la persistencia del hambre en muchas partes del mundo, ha llegado el momento de pensar en fuentes alternativas de alimentos. “De esta forma, es preciso movilizar todo el potencial de los insectos en la lucha contra el hambre y la desnutrición, aunque es obvio que no van a resolver por sí solos los retos de la seguridad alimentaria del mundo”, afirmó Rojas.
Rojas explicó que la cría de insectos para piensos es una forma ecológica y eficiente de alimentar a los animales, ya que los insectos pueden alimentarse a base de residuos biológicos, compost y purines, y transformarlos en proteínas de alta calidad para la alimentación animal.
Además, Rojas insistió en que el potencial global de los insectos para la alimentación no significa abogar por un cambio en los patrones de alimentación de los dos tercios de la población mundial que no acostumbran a comer insectos, sino asegurarse de que los que consumen insectos puedan seguir haciéndolo en el futuro de forma sostenible.
Así mismo, hizo hincapié en que alimentar a los 9.000 millones de personas que el planeta alcanzará en 2050 es un gran reto que nunca se logrará sobre la base de una sola medida, sino que deberá producirse la convergencia de medidas perseverantes que se complementen entre sí.
Como ejemplo de la variedad de formas en que los insectos contribuyen a la seguridad alimentaria, Rojas mencionó a las abejas. Las abejas proporcionan miel, pero también son el grupo predominante y más importante a nivel económico de polinizadores en la mayoría de las regiones geográficas del mundo, apoyando la polinización de 71 de las 100 especies agrícolas que proporcionan el 90 % de los alimentos en el mundo. Además, las abejas se encuentran entre los insectos más consumidos en algunas partes del mundo.
Durante los tres días en los que tuvo lugar el acuerdo no sólo se trató de concienciar sobre el potencial de los insectos en las dietas y la producción alimentaria sostenible, sino que los asistentes debatieron diversos temas relacionados, entre los que se incluyeron la recopilación de datos, el análisis nutricional y ciertas consideraciones normativas y de investigación.