Dado que la artrosis es un problema generalizado en perros, caballos y seres humanos, los médicos y veterinarios necesitan una forma precisa de diagnosticar la enfermedad de forma temprana y precisa. Ahora, investigadores de la Universidad de Missouri están investigando posibles biomarcadores en perros para el diagnóstico precoz de la artrosis, lo que podría ayudar a identificar pacientes con mayor riesgo de desarrollar osteoartritis.
"Mediante la elaboración de métodos para el diagnóstico precoz de la artrosis, la prevención o el tratamiento curativo, las estrategias para gestionar la enfermedad son más realistas", dijo James Cook, profesor de medicina y cirugía veterinaria, y profesor distinguido de Cirugía Ortopédica de la William & Kathryn Allen. "Los biomarcadores podrían detectar la enfermedad antes de que se produzca el dolor y la hinchazón, y los propietarios pueden tomar medidas preventivas, tales como la modificación de actividades o la dieta, ayudando a sus mascotas a perder peso y fortalecer sus articulaciones, para reducir la probabilidad de desarrollar osteoartritis en sus perros".
En el estudio, los investigadores examinaron los posibles biomarcadores en el líquido sinovial. Siendo este el líquido que lubrica las articulaciones, se sabe que tiene sensibilidad y respuestas rápidas a las actividades conjuntas de la lesión.
Utilizando muestras de perros, los investigadores encontraron que la cantidad y calidad del líquido sinovial se han alterado en las articulaciones lesionadas (el conjunto de miembros posteriores en perros que es el equivalente a los conjuntos humanos rodilla).
La osteoartritis causa la degradación del cartílago articular, provocando dolor, inflamación y pérdida de movimiento en la articulación. Los veterinarios predicen que el 20% de los perros de mediana edad y el 90% de los perros de mayores tienen osteoartritis en una o más articulaciones y los porcentajes son aún mayores para la población humana.