Afirman que el mercado de zooterápicos podría ser casi nueve veces más grande

En ese marco se organizó una conferencia del Dr. Roberto Dughetti, colega y gerente de la distribuidora Panacea. El título de la exposición fue "Evolución del mercado veterinario, perspectivas actuales y escenarios futuros", pero el concepto más interesante llegó hacia el final: según Dughetti, el mercado de zooterápicos podría facturar casi nueve veces más dinero de lo que mueve actualmente, y sólo si los veterinarios lograran vender una cantidad mínima pero lógica de vacunas y pipetas.
Roberto comenzó la charla, que escucharon unas 60 personas, asegurando que "el mercado veterinario está en expansión". Luego, mediante esquemas que se utilizan en comunicación y marketing, explicó que en el mercado veterinario existen distintos tipos de productos y consumidores, y distintas formas de relacionarlos. De esa manera, explicó que la tenencia de las mascotas está asociada más con el deber que con el placer, tiene que ver con un actitud que asumen los dueños frente a sus animales. Por eso, es más fácil entender por qué en los últimos años creció más la venta de accesorios que la de servicios y productos profesionales, porque están relacionados con los placentero de tener un animal, no con el deber de tener que cuidarlo. "El consumo de servicios y productos profesionales no es espontáneo, debe ser estimulado. ¿Cómo hacerlo? Hay que capacitar a la demanda mediante la comunicación", aseguró Dughetti.
Luego Roberto entró en la parte más jugosa de la charla, porque mostró números del mercado, que si bien son estimaciones (la falta de estadísticas certeras es una de las grandes fallas del mercado local) no dejan de ser un valioso aporte. Primero comentó que el mercado de zooterápicos factura unos $ 80,8 millones (a precios de venta de salida de laboratorio, no precios al público), mientras que la industria de alimentos balanceados factura $ 852 millones. De esta última cifra, el 78% corresponde a balanceados para perros, y el 22% a gatos. En cuanto a toneladas, se mueven unas 375.000 anuales, el 86% para perros y el 14% para gatos.
¿Cuál fue la evolución? Según Dughetti, en 1999 se facturaban $ 28 millones de fármacos y $ 210,6 de balanceados. Esto quiere decir que, mientras el mercado de zooterápicos creció 2,8 veces en una década, el de balanceados aumentó más de cuatro veces su tamaño. ¿Por qué tanta diferencia? "Los crecimientos más importantes están dados por cambios culturales en las categorías y pautas de consumo. Por eso hay que trabajar fuertemente en la comunicación a los consumidores", aseguró Dughetti. En estos últimos años, la fuerte campaña de información y publicidad que hicieron las empresas de alimentos balanceados provocó que cada vez más gente optara por los balanceados, situación que no se pudo repetir con los productos y servicios profesionales.
Después Dughetti contó que en el país se estima que hay unos 9 millones de perros y 3,5 millones de gatos, de los cuales 5,4 y 2,1 millones de animales respectivamente están en familias cuyo nivel socio-económico es de medio hacia arriba, por lo cual son mascotas potencialmente tratables. Sin embargo, y ahora sí a precios de consumidor, se venden por año unos $ 215,5 millones anuales. Esto quiere decir que, respecto del total de animales, por año se gastan solamente $ 17, y si sólo se contara a las mascotas de las familias más pudientes, el gasto anual por animal en fármacos es de $ 29.
Pero, ¿qué pasaría si lográramos que cada animal recibiera una cantidad de productos médicos mínima, como podría ser un "paquete" anual de una vacuna polivalente, una antirrábica, ocho pipetas y cuatro antiparasitarios externos? A valores de hoy, por cada animal se estaría gastando ya no $ 17 o $ 29 anuales sino $ $ 250. Esto haría que el mercado fuera de $ 1.875 anuales. "Podríamos tener un mercado casi nueve veces superior al actual", aseguró Dughetti.
¿Por qué no se pudo lograr todavía una cifra semejante? Según Roberto, "los actores del mercado aún no supimos aprovechar la oportunidad que nos da la creciente cultura de tenencia de mascotas". Y demostró con números que, cuando se trabaja fuerte y con constancia, se puede lograr un salto: el ejemplo fue el de las pipetas, que pasaron de 1.650.000 unidades en 2001 a 3.750.000 este año, aproximadamente. El cambio se logró por la comunicación, que tanto las empresas como los colegas, con su trabajo cotidiano, lograron hacer, y que provocó un cambio de cultura de parte de los dueños de los animales. Es decir que cuando, mediante la presencia en los medios de comunicación y la "docencia" de los veterinarios hacia los dueños surte efecto, se logra romper aquella inercia del consumo por el "deber", los propietarios de mascotas entienden que parte de su rol es el de cuidar correctamente al animal, y por lo tanto acuden al veterinario y consumen los productos del mercado.
El problema, recurrente, es la escala del mercado. Mientras las empresas de alimentos balanceados pueden invertir fuertes sumas en comunicación, porque el retorno es relativamente seguro, la industria farmacéutica tiene márgenes menores. "Por eso es importante que las cámaras e instituciones del sector, más los medios de comunicación del ámbito profesional y la industria trabajemos unidos para incentivar la demanda", cerró Dughetti.