Coincidiendo con el Día Mundial de la diabetes el pasado sábado 14 de noviembre, la asociación Cancer and Bio-detection Dogs expuso en Londres el trabajo de un grupo de perros especialmente entrenados.
Entre éstos se encontraba un Golden Retriever cuya dueña fue diagnosticada de diabetes de tipo 1 cuando tenía 9 años. Se hizo entrenadora de perros con 22 años y tres años después comenzó a trabajar en Cancer and Bio-detection Dogs. Allí entrenó a su perro, que enseguida aprendió a alertarle de las bajadas de azúcar en su sangre. En cinco meses la dueña pudo vivir sola por primera vez con la seguridad de que su perro la cuidaría.
Para todas aquellas personas que tienen que vivir controlando su diabetes y que no saben detectar de manera rápida los cambios en el nivel de azúcar en la sangre, vivir una vida independiente parecía un sueño imposible. Las fluctuaciones en el nivel de glucosa sanguínea pueden ocurrir repentinamente, y en caso de hipoglucemia pueden producir colapso y coma.
Los trabajadores de Cancer and Bio-detection Dogs son capaces de enseñar a los perros a detectar cambios en el nivel de azúcar en la sangre por medio de su olfato, que es 100.000 veces más sensible que el humano.
De acuerdo con el informe de Diabetes UK de 2008, el sistema nacional de salud británico se gastó ese año el 10% del presupuesto anual en el tratamiento de la diabetes y sus complicaciones. Para aquellas personas con dificultades en el control de la misma, estos perros pueden ser un importante valor en el caso de sufrir un episodio hipoglucémico, evitando la asistencia médica.
La diabetes va en ascenso en el Reino Unido. Desde 1997 hasta 2004 hubo un incremento del 97% en casos nuevos y en 2005 más del 4% de la población era diabética.
Gracias a generosas donaciones, esta asociación de perros es capaz de ofrecer sus servicios a los enfermos de diabetes que tienen hasta tres episodios de hipoglucemia a la semana y que no son capaces de detectar los cambios en los niveles de azúcar en sangre.