Lacey, una perra mestiza (cruza entre Cocker spaniel y Labrador con pastor) tiene una sonrisa torcida. Su lengua se desliza por la comisura de su boca donde se le extirpó un tumor canceroso.
De acuerdo con el propietario de la perra en cuestión, el tumor se duplicó en tamaño. Pasó de ser del tamaño de una pelota de golf a una pelota de béisbol, y sacó el 60% de su mandíbula inferior.
Se trata del cáncer de melanoma. Es el mismo tipo de cáncer que aparece en la piel humana, pero en los canes, los tumores comienzan en la boca. Es un cáncer muy agresivo; si se trata tan sólo con una cirugía, el pronóstico de supervivencia podría ser solamente de 5 a 6 meses.
Por eso es que Lacey también recibe quimioterapia dos veces por semana. Sin embargo, el cáncer ya se ha diseminado.
Una nueva esperanza
Actualmente, los nuevos medicamentos ofrecen una nueva esperanza. Lacey está siendo tratada con una vacuna contra el melanoma oral. Se trata de una serie de vacunas que estimulan el sistema inmune del propio perro y este ataca las células cancerosas.
Hoy en día, la oncología veterinaria es una medicina que está creciendo de manera significativa, ofreciendo nuevas opciones para prolongar la vida de perros y gatos.
La vacuna contra el melanoma canino sólo puede ser administrada por un oncólogo veterinario certificado.
De acuerdo con los veterinarios, prácticamente todo lo que se puede hacer por un ser humano, puede hacerse por un animal. Por lo que Lacey es un buen ejemplo de cómo se puede tratar a un perro con cáncer, dándole una mejor calidad de vida y una extensión de vida.
Aunque es demasiado pronto para realizar un pronóstico, Lacey es la candidata perfecta para probar esta nueva vacuna, ya que está sana y se ha recuperado rápidamente de la cirugía.