La prueba era necesaria después de que dos yeguas procedentes de Rumania dieran positivo de anemia infecciosa equina en enero, también conocida como la Fiebre de los pantanos.
El Departamento para el Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido (DEFRA, por sus siglas en inglés) llevaron a cabo las pruebas con intervalos de 30 días en 50 caballos expuestos a la AIE en un establo en Swindon, Wiltshire. Según un informe en medios locales, los caballos habían sido aislados, y ninguno dio positivo en ningún momento. Por lo tanto, DEFRA declaró a Inglaterra libre de la enfermedad y levantó la cuarentena.
Las yeguas que habían resultado positivas y que fueron sacrificados posteriormente, habían llegado al Reino Unido desde Rumanía a través de Bélgica el pasado 22 de diciembre de 2009. Esto marcó la primera aparición de la AIE en Gran Bretaña desde 1976. La AIE es una enfermedad intratable, difundida por el intercambio de fluidos corporales, incluyendo la transmisión a través de insectos vectores.
Debido a que los equinos afectados permanecen siendo portadores contagiosos de por vida, estos deben ser sacrificados o puestos permanentemente en cuarentena aislados completamente de cualquier otro tipo de equino (caballos, burros y mulas).