Los investigadores han identificado una nueva diana para el tratamiento del linfoma y están probando un nuevo fármaco potencial en perros afectados por la enfermedad. Los resultados del estudio*, llevado a cabo por un grupo de científicos de la University of Illinois, aparecen este mes en la revista Cancer Research según informa ScienceDaily.
El nuevo componente capta una enzima celular, la procaspasa-3, que cuando se activa estimula una cascada de reacciones que matan a la célula, dice el profesor de química Paul Hergenrother, quien coordinó el estudio junto con Tim Fan, un profesor de medicina clínica veterinaria.
La procaspasa-3 ofrece un atractivo blanco para la terapia del cáncer, en parte porque los cánceres a menudo interfieren con la muerte normal de las células, y en parte porque muchos tumores -incluyendo aquellos que se han encontrado en el cáncer de pecho, colon, pulmón, linfoma, melanoma e hígado- contienen elevados niveles de procaspasa-3.
"En mi laboratorio, tratamos de pensar en nuevas dianas y nuevas aproximaciones al cáncer y otras enfermedades", dice Hergenrother. "Pensamos en las vías que llevan a dichas patologías, y tratamos de intervenir en lugares donde otros no lo han hecho".
¿Cómo funciona PAC-1?
El nuevo componente es una versión modificada de un fármaco que los investigadores han provado previamente en ratones y un perro. La sustancia original, denominada PAC-1, causaba excitación neurológica (neurotoxicidad) incluso a dosis bajas, afirman los investigadores. Fan y sus colaboradores trabajaron con la hipótesis de que PAC-1, que actúa en parte capturando cinc de otras moléculas, cruzaba la barrera hematoencefálica y cogiera el cinc del cerebro. Para evitar que el compuesto llegara al cerebro, el laboratorio de Hergenrother hizo un derivado del PAC-1 con un grupo químico añadido, denominado sulfonamida. Los tests en perros con linfoma mostraron que el nuevo componente S-PAC-1, estabilizó o redujo el tamaño de los tumores en la mayoría de los animales, sin neurotoxicidad. Otros efectos secundarios fueron suaves, y recientes ajustes al protocolo del tratamiento los han minimizado o eliminado, señalan los investigadores.
Si S-PAC-1 resulta ser efectivo y seguro como tratamiento para el linfoma y se aprueba su uso por parte de la FDA en perros y/o humanos (un proceso que puede llevar años, según los investigadores), probablemente será añadido al arsenal de medicamentos que ya se usan para combatir el linfoma tanto en perros como en personas. Se puede utilizar en combinación con otros medicamentos como primer tratamiento de opción o servir como segunda línea de defensa si el cáncer reaparece.
Estudios en perros y humanos
Las combinaciones de medicamentos para el cáncer se deben realizar con mucho cuidado para evitar "toxicidades cruzadas", dice Fan, de modo que sería muy deseable encontrar un fármaco que tratara de forma efectiva el linfoma con mínimos efectos secundarios.
El estudio en mascotas también es inusual, dice Fan, ya que muchas investigaciones se centran en los efectos sobre ratones y entonces, si un componente es prometedor y parece seguro, se evalúa en ensayos clínicos en humanos. Los seis perros que se utilizaron en este estudio eran pacientes que habían desarrollado de forma espontánea un linfoma, dice. La similitud entre el linfoma canino y el humano es un factor a favor de la conveniencia de esta aproximación, afirma Hergenrother.
"Si miras las firmas genéticas de los linfomas canino y humano, veras que son muy, muy similares y que su respuesta a la terapia también es muy, muy similar", dice. "De modo que hay cientos de razones para ser optimista sobre un componente que tiene algún efecto en los canes y que puede tener el mismo efecto en personas".
*Quinn P. Peterson, Danny C. Hsu, Chris J. Novotny, Diana C. West, Dewey Kim, Joanna M. Schmit, Levent Dirikolu, Paul J. Hergenrother, and Timothy M. Fan. Discovery and Canine Preclinical Assessment of a Nontoxic Procaspase-3-Activating Compound. Cancer Research, September 7, 2010 DOI: 10.1158/0008-5472.CAN-10-0766.