La Autoridad Europea de Seguridad de los Alimentos (EFSA) considera que a pesar de que los alimentos pueden contaminarse con Staphylococcus aureus resistente a meticilina (MRSA), no hay evidencia de que comerlos o manipularlos pueda conducir a un incremento del riesgo de que las personas puedan convertirse en portadores sanos o infectados con esta bacteria.
No obstane, la EFSA también ha señalado que, cuando la prevalencia de MRSA en animales productores de alimentos es elevada, las personas en contacto con animales vivos como ganaderos, veterinarios y sus familias tienen más riesgo de contagiarse que la población en general. En el caso de trabajadores de mataderos y personas que manipulan carne, el riesgo es bajo.
Según la EFSA, el movimiento animal y el contacto entre animales es un factor importante en la transmisión de MRSA, por lo que las medidas de control más efectivas se tienen que tomar en las explotaciones ganaderas. Además, recomienda que se realice un control sistemático para evaluar la tendencia en el desarrollo de esta bacteria en los animales productores de alimentos en todos los Estados miembro.