El Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios ha compartido dos cartas, una "firmada por Nala", una perrita que se lamenta de que la normativa tributaria no considere a la veterinaria como profesión sanitaria, lo que repercute en que los servicios veterinarios estén gravados con un IVA del 21 %, que resulta discriminatorio respecto al resto de profesiones sanitarias, que aplican un IVA mucho más reducido a sus usuarios.
Por otro lado señala que hay que tener en cuenta que el 75 % de las enfermedades infecciosas emergentes proceden de los animales y el encarecimiento de los servicios veterinarios está haciendo que los propietarios puedan acudir con menor frecuencia al veterinario y que se aplacen los tratamientos preventivos que ayudan a evitar estas enfermedades.
La otra carta está "firmada", una gata que señala la función tan importante que las mascotas cumplen en la sociedad, no solo como animales de compañía sino también como pieza clave en el acompañamiento de muchas personas con necesidades especiales y enfermedades que limitan su día a día y que mejoran enormemente gracias a las mascotas.