En la actualidad, los procesadores de alimentos deben realizar dos pruebas por separado, ya que las toxinas producidas por la bacteria Escherichia coli, las que pueden estar presentes en los alimentos, incluso después de que la bacteria haya muerto. La detección de las toxinas puede llevar entre tres y cinco días para obtener el resultado.
Los científicos del Servicio de Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura en Albany, California, se propusieron crear un test que permitiera la detección rápida y simultánea de E. coli y sus toxinas. El líder del proyecto, John Mark Carter, explicó que "encontrar una pocas bacterias E. coli en una muestra grande de carne molida u otro alimento es como buscar una aguja en un pajar. Este nuevo método hace que la aguja sea mucho más fácil de encontrar, en comparación con los métodos estándar."
Aunque admitió que su método aún debe refinarse, Carter señaló que tiene un gran potencial y podría marcar una gran diferencia. De hecho, Carter y sus colegas están trabajando junto a la compañía Luminex Corporation para poder comercializar el test y tienen la esperanza de que sea adaptado rápidamente por los organismos públicos encargados de la inspección de los alimentos, así como por los procesadores de carne.
Una de las ventajas destacables de la prueba es el ahorro de tiempo. A diferencia de las pruebas existentes en las que los resultados pueden tardar hasta cinco días, esta nueva prueba ofrece un tiempo de espera de apenas 24 horas.
Actualmente, su equipo está trabajando en la adaptación de la prueba para detectar otros microbios que afectan la seguridad de los alimentos, como la Salmonella y la Listeria.