Los resultados de un estudio realizado en 2008-2009 con 40.000 cerdas de 59 granjas danesas demuestran que las cerdas estabuladas en grupo producen lechones cuyo peso al nacimiento es, de media, 61 gramos superior a los que proceden de cerdas estabuladas individualmente.
La legislación europea de bienestar animal obligará, a partir de 2013, a estabular a las cerdas en grupo durante la gestación. Este tipo de manejo permite que los animales interacciones y puedan desarrollar comportamientos sociales que benefician a su estado de bienestar, reducen los niveles de estrés y posiblemente esto tenga una influencia positiva sobre el peso al nacimiento de los lechones. Otra posible explicación a este hecho es que las cerdas que se mantienen en grupo hacen más ejercicio y según algunas investigaciones, este ejercicio incrementa el peso al nacimiento, posiblemente por una mejor circulación sanguínea al útero.
Una tercera explicación sería que las cerdas en grupo pierden menos energía corporal en las épocas frías, ya que pueden acurrucarse unas contra otras y a veces la paja utilizada como cama es un material aislante en los suelos.