La utilización de marcadores genéticos puede acelerar el proceso de determinar el valor reproductivo de un toro. Un estudio reciente llevado a cabo en la Universidad de Wageningen (Holanda) investiga sobre la posibilidad de utilizar estos marcadores de ADN para conocer el valor reproductivo de la descendencia de forma más rápida y precisa. Hasta hace poco tiempo, era un proceso costoso y lento. Un ejemplo de ello es el conocido toro Sunny Boy, considerado por los reproductores de vacuno holandeses como el toro ideal. Tenía una combinación de genes que producía unas camadas de elevadísima productividad. Sin embargo, costó mucho tiempo conocer de forma precisa y clara el valor de este toro. En el pasado, mientras los productores conocían el potencial del padre y el de la madre de un ternero recién nacido, no sabían si el animal había heredado sus caracteres.
Hoy en día, el valor reproductivo de toro puede determinarse un día después de su nacimiento. Esto es una revolución con consecuencias fundamentales para la industria de reproductores. Se estima el valor reproductivo de los toros y las vacas basándose en marcadores genéticos que predicen las características del toro o de la vaca. Ahora los productores son capaces de utilizar la información genética no sólo para determinar el valor reproductivo mucho más rápidamente sino también de forma más precisa.
La empresa holandesa de reproducción CRV trabaja actualmente en este aspecto junto con los productores lecheros. Cuando nace un ternero, los productores envían a CRV un paquete que contiene parte del cabello del animal. Esto se envía al laboratorio y se analiza. El ADN del ternero macho se analiza basándose en 50.000 marcadores o posiciones en el ADN. El laboratorio hace este análisis y se estima el valor reproductor utilizando los marcadores genéticos. CRV valora aproximadamente 40 características, que incluyen no sólo la cantidad de leche, sino también su composición: la cantidad de grasas y proteínas. Las características externas de la vaca – incluyendo la calidad de sus costillas y la ubre – también son utilizadas para determinar el valor reproductivo. Un tercer aspecto que CRV valora es la predisposición genética referente a la salud, la fecundidad y la esperanza de vida de la vaca. CRV puede ahora seleccionar estos aspectos de forma más efectiva que en el pasado. Esta nueva técnica puede duplicar la mejora genética cada año.
La selección genómica puede ser utilizada en el futuro para mejorar varias nuevas características. Ya que conocemos los marcadores genéticos para la composición de la leche, podríamos ser capaces de predecir su composición.