La Asociación de Productores de Vacuno de Carne española (Asoprovac) ha emitido un duro comunicado en el que califica la propuesta de nueva Política Agraria Común a partir de 2013 de “verdadero atentado contra la producción ganadera de nuestro país y más concretamente contra nuestro sistema de producción de vacuno de cebo”. La entidad se suma al rechazo de las asociaciones del ámbito ganadero español, que han recibido con gran descontento la propuesta de Bruselas.
Según Asoprovac, “la Comisión Europea obvia absolutamente la realidad productiva de nuestra actividad de cebo, no ligada al suelo y que en su mayoría no puede utilizar superficie para alimentación de los animales”. La asociación acusa a la UE de favorecer “claramente” los intereses de los propietarios de extensos terrenos en otros países de Europa. Javier López, gerente de Asoprovac, ha afirmado que “esta propuesta apoya casi exclusivamente a los grandes terratenientes europeos, algunos de los cuales han percibido en estos últimos años importes récord en ayudas a sus producciones a costa del ganadero español”.
El comunicado señala que la Comisión Europea ignora en su propuesta la realidad del ganadero español que sí que hace pastar a sus animales: en numerosas ocasiones no es el propietario de los terrenos que utiliza. Asoprovac afirma que la nueva PAC favorecerá la recapitalización de la tierra, especialmente la de escaso valor productivo, y los movimientos especulativos.
La Asociación considera “absolutamente hipócrita” el planteamiento político expresado desde Bruselas en pro de mantener la seguridad alimentaria de la UE en cantidad y calidad, teniendo en cuenta esta propuesta presentada por la Comisión, que olvida completamente la producción ganadera de toda la cuenca mediterránea.
Por su parte, la oficina en España del Parlamento Europeo va a reunir los días 20 y 21 de octubre en Logroño a todos los afectados por la reforma de la PAC, con el fin de debatir y recoger las opiniones y sugerencias del sector antes de su aprobación definitiva.
Los eurodiputados son contrarios a reducir los recursos europeos destinados a la agricultura y al desarrollo rural porque, en su opinión, debe responderse a los retos que tiene la PAC en el horizonte de 2020: la seguridad alimentaria, la protección del medio ambiente, el cambio climático y el equilibrio territorial, según un informe aprobado recientemente en la Eurocámara.