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Domótica aplicada en clínicas veterinarias


Natalia R. Alvarez es diseñadora de interiores de Diseñovet - www.disenvet.es

La palabra domótica proviene de la unión del termino latino “domus” (casa), con el afijo de origen griego “-tica” (automática, que funciona por si sola). Con esta denominación nos vamos a referir a sistemas capaces de automatizar una vivienda o negocio, aportando seguridad, confort y ahorro energético.

Control de clima-iluminación-programaciones-alarma-otros.

Seguridad
Todos estaremos de acuerdo en que la seguridad del negocio, en este caso la clínica o el hospital veterinario, nos preocupa tanto o más que los acabados o la distribución de que disponemos. La seguridad, desde el punto de vista “tradicional”, controla la intrusión y se encarga de realizar llamadas de aviso desde la central receptora; sin embargo, un sistema domótico, además de ofrecernos esta función, añade otras como las alarmas técnicas y la vídeo-vigilancia.
Los sistemas de alarmas técnicos más sofisticados no sólo luchan contra el intrusismo, sino que además protegen las instalaciones, detectando incendios, fugas de agua, gas, cortes en el suministro eléctrico, etc. Bien programados, son capaces de detectar puertas y ventanas abiertas, luces encendidas después de una hora límite, lámparas fundidas, cortes en el suministro de gases en instalaciones de clínicas, etc.
Estos sistemas que detectan las fugas, cortan los suministros y localizan al propietario telefónicamente, también son capaces de restaurar las funciones interrumpidas, como por ejemplo, subiendo el automático de forma controlada, cuando se ha producido previamente un corte del suministro eléctrico.
Otra aplicación de seguridad es la vídeo-vigilancia que nos permite controlar la clínica en ausencia de personal y saber a cada momento qué sucede en la misma, vigilando la hospitalización o programando la grabación sólo en caso de intrusismo.
También existen mecanismos que sustituyen la corriente de 220v por otra inocua, que evita electrocuciones; pulsadores anti-bacterias para ambientes estériles; sistemas de acceso restringido a instalaciones mediante el uso de huella digital, tarjetas electrónicas o códigos numéricos.

Pantalla de control táctil.
Confort
Conseguir un alto nivel de confortabilidad en una empresa es otro de los objetivos que persigue una instalación domótica.
Las señalizaciones inteligentes nos permiten organizar las distintas áreas de tránsito de las clínicas, indicando en todo momento la ocupación de las mismas, y trasladando la información a los puntos que consideremos oportunos como recepción, administración, etc.
La automatización de funciones es posiblemente lo más característico de la domótica, y son los sensores de presencia los mecanismos que más se conocen y más demanda tienen. Estos sensores nos sirven para regular los sistemas de iluminación, el hilo musical, la climatización, etc., consiguiendo ambientes óptimos en nuestras salas de espera que garantizarán una gran confortabilidad para nuestros clientes y sus mascotas.
La visualización de todos estos sistemas domóticos se consigue gracias a unas pantallas táctiles o pequeñas PDA, que nos transmitirán toda la información necesaria para el control de nuestra instalación; así, con un simple movimiento de nuestra mano, sabremos qué temperatura mantiene una u otra estancia, localizaremos averías, sabremos dónde está sonando el hilo musical en esos momentos, qué luces se mantienen encendidas y si las mismas son necesarias al no
Control remoto.
existir presencia en la sala. También podremos intercomunicar salas con un “Multiroom”, que nos permitirá el contacto directo verbal con todas las áreas de la clínica.

Ahorro energético
El ahorro de energía que se obtiene automatizando nuestras estancias con sensores de presencia es sorprendente. Estos sensores permiten que la energía eléctrica se utilice de una forma inteligente, evitando el gasto innecesario de luces encendidas. También podemos crear ambientes similares a los que se consigue con luz natural, variando la intensidad de la misma a medida que avanza el día, o gestionar la desconexión de aparatos no prioritarios, en función del consumo eléctrico alcanzado y conectarlos de nuevo, automáticamente, en franjas horarias con tarifas más económicas.
Es posible controlar toldos y persianas en función de las condiciones climáticas exteriores, de tal manera que si nuestra clínica está acristalada y la temperatura exterior es alta, nuestras cortinas enrollables bajarán por si solas y la temperatura y la luminosidad se adaptarán a la nueva situación, consiguiendo un ahorro energético considerable.
La aplicación de estos sistemas nos puede conducir a unas cifras de ahorro que pueden estar en torno al 30%. Si además seleccionamos el material eléctrico adecuado, como por ejemplo bombillas de bajo consumo, en lugar de lámparas halógenas de 50w, nuestro ahorro puede aumentar en un 55%.
Por todo ello, podemos concluir diciendo que la domótica, además de darnos confort y ayudarnos a controlar aspectos técnicos del negocio, nos generará un ahorro considerable de energía que repercutirá en una reducción del gasto y en hacer nuestra actividad más sostenible frente al medio ambiente.

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