Verónica Bravo Espinosa
Ana Mª Martorell Clares
José Luis González Arribas
Servicio de Dermatología
Hospital Clínico de la Facultad de Veterinaria
Universidad Complutense. Madrid
Imágenes cedidas por los autores
Se define la dermatitis atópica como una predisposición genética a desarrollar una enfermedad alérgica cutánea, inflamatoria y prurítica, con manifestaciones clínicas asociadas con IgE frente a diversos alergenos ambientales [1]. Es una enfermedad frecuente en el perro y en las últimas décadas ha incrementado su incidencia, en la misma línea que lo han hecho las enfermedades alérgicas en Medicina Humana.
La dermatitis atópica es una enfermedad multifactorial en la que participan infecciones microbianas, alteraciones de la barrera cutánea, factores ambientales, alergias y diversos factores desencadenantes.
Los ácidos grasos y la dermatitis atópica |
Los ácidos grasos omega 3 y omega 6 han mostrado ser beneficiosos en pacientes con dermatitis atópica. Durante los últimos años, diversos estudios han constatado que: • aproximadamente el 20% de los pacientes mejoran; • su respuesta depende de la dosis administrada; • no son efectivos en brotes agudos de la enfermedad; • su eficacia se observa al cabo de tres semanas como mínimo de su administración; • su administración conjunta con los antihistamínicos mejora los signos clínicos y con los glucocorticoides reduce el uso y la dosis de los mismos en el tratamiento de la dermatitis atópica. |
Fármacos antiinflamatorios/antipruríticos
A continuación vamos a comentar algunos de los tratamientos farmacológicos que se utilizan para el control sintomático de la atopia.
Glucocorticoides tópicos
Actúan reduciendo la inflamación y disminuyendo el prurito, el rascado y la irritación cutánea. Suelen aplicarse cuando la inflamación está localizada en zonas cutáneas relativamente exentas de pelo. Son baratos y muy eficaces pero están asociados a numerosos efectos secundarios.
Se clasifican en glucocorticoides de potencia baja (p. ej. hidrocortisona acetato), de potencia moderada (p. ej. betametasona valerato) y de potencia alta (p. ej. betametasona dipropionato). En brotes moderados o severos su aplicación inicial es de dos veces al día, generalmente durante 5-7 días, hasta inducir la remisión.
Recientemente se encuentra en el mercado un nuevo glucocorticoide de aplicación veterinaria, el aceponato de hidrocortisona. Diversos estudios llevados a cabo en perros con dermatitis atópica han mostrado su seguridad, eficacia y tolerancia [9].
Glucocorticoides orales
Son muy eficaces, pero deben emplearse con cuidado y generalmente durante periodos cortos. Su utilización a largo plazo produce numerosos efectos secundarios: poliuria, polidipsia, polifagia, aumento de peso, trastornos gastrointestinales, infección urinaria, etc.
Se utilizan para el control de brotes agudos y graves. Son muy eficaces la prednisona o la prednisolona a dosis de inducción de 0,5-1 mg/kg/día, o la metilprednisolona a dosis de 0,4-0,8 mg/kg/día, con posterior reducción progresiva de las mismas, en pauta descendente, hasta la suspensión.
Debido a que los glucocorticoides pueden suprimir las reacciones de las pruebas alérgicas, se recomienda la retirada de los glucocorticoides tópicos un mínimo de una semana antes de realizar dichas pruebas, y de los glucocorticoides administrados vía oral un mínimo de tres semanas antes.
Ciclosporina
Es un inhibidor de la calcineurina, que ha mostrado una eficacia similar a la de la prednisona oral en el tratamiento de la dermatitis atópica [10]. Se administra a una dosis de 5 mg/kg/día, vía oral, dos horas antes o después de la comida, con el fin de maximizar su absorción. La mejoría se produce gradualmente y suele comenzar al cabo de una o dos semanas de la administración. Si a las cuatro semanas la ciclosporina ha mostrado su eficacia, progresivamente se va reduciendo la dosis, en un periodo de varias semanas, hasta alcanzar la mínima dosis requerida capaz de controlar la enfermedad.
La administración simultánea de ketoconazol (5-10 mg/kg/día) incrementa los niveles sanguíneos de la ciclosporina y permite reducir su dosis a la mitad.
Su efecto sobre las pruebas alérgicas se cree que es mínimo, aunque existen pocos datos al respecto.
Entre sus efectos secundarios debemos señalar: vómitos, diarreas, pérdida de apetito, hiperplasia gingival, papilomatosis e hirsutismo.
TacrolimusCestodos
Es un macrólido inmunomodulador que se encuentra disponible en pomadas a concentraciones de 0,03% y 0,1%.
Los estudios realizados con este fármaco han mostrado una eficacia media en perros con dermatitis atópica que presentaban lesiones localizadas [11]. Como efecto adverso destaca una irritación ligera y transitoria en el punto de aplicación.
Su empleo en animales se encuentra limitado, debido a la dificultad de aplicación en zonas con pelo y al coste del producto.
Antihistamínicos
En una amplia revisión de estudios clínicos realizados sobre la eficacia de los antihistamínicos en el control del prurito, se concluyó que tan sólo hay evidencias razonables de eficacia media para algunos antihistamínicos de 1ª generación (clemastina, a dosis de 0,05-0,1 mg/kg/12 horas; combinación de clorfeniramina, a dosis de 1-4 mg/kg/día e hidroxicina, a dosis de 25-100 mg/1 vez al día) o de 2ª generación (oxatomida, a dosis de 1-2 mg/kg/12 horas) [12]. Sus efectos secundarios son infrecuentes y están relacionados con somnolencia y trastornos gastrointestinales.
Ácidos grasos omega 3 y omega 6
Estudios recientes han demostrado que dietas de alta calidad enriquecidas con ácidos grasos esenciales son beneficiosas en la dermatitis atópica [13]. Este hecho puede deberse a la actividad antiinflamatoria de los ácidos grasos o a una mejoría de la barrera cutánea.
Pentoxifilina
La administración vía oral, a una dosis de 10-20 mg/kg/12 horas reduce el prurito y el eritema, al cabo de cuatro semanas, en casos ligeros de la enfermedad [5,14].
Interferón omega recombinante felino
Este interferón ha mostrado su eficacia en el control a largo plazo de la dermatitis atópica canina. Su administración a una dosis de 1-5 MU (0,1 MU=1mg) por inyección (de acuerdo al peso del animal), 10 inyecciones durante un periodo de seis meses, provoca una mejoría del prurito y de las lesiones [15].
Tepoxalin
En un estudio realizado recientemente en 30 perros con dermatitis atópica a los que se administró tepoxalin vía oral a una dosis de 10-19 mg/kg/1 vez al día durante cuatro semanas, se observó una reducción del prurito y una ausencia de efectos secundarios [16].
Terapia antimicrobiana
Con frecuencia los perros con dermatitis atópica presentan infecciones cutáneas por Staphylococcus intermedius y/o por Malassezia pachydermatis [8]. Como consecuencia de esto, el tratamiento antimicrobiano tópico y/o sistémico constituye una parte importante en el control de esta enfermedad, ya que reduce el prurito y mejora el proceso inflamatorio de la piel.
El tratamiento tópico incluye la aplicación de champús o lociones antibacterianas (p. ej. clorhexidina), antifúngicas (p. ej. miconazol) o la combinación de ambas.
La terapia sistémica requiere el uso de antibióticos (p. ej. cefalosporinas) para casos de pioderma, durante tres semanas, o de antifúngicos (p. ej. ketoconazol) para las infecciones por Malassezia, durante 3-4 semanas.
Bibliografía
1. Olivry T, DeBoer DJ, Griffin CE et al. The ACVD task force on canine atopic dermatitis: forewords and lexicon. Veterinary Immunology and Immunopathology 2001; 81: 143-146.
2. Olivry T, Sousa CA. The ACVD task force on canine atopic dermatitis (XIX): general principles of therapy. Veterinary Immunology and Immunopatholocy 2001; 81: 311-316.
3. Shimada K, Yoshihara T, Konno K et al. Increase in transepidermal water los and decrease in ceramide content in the lesional and non-lesional skin of canine atopic dermatitis. Veterinary Dermatology 2008; 19 (Suppl. 1): 19.
4. Marsella R, Samuelson D, Harrington L. Evaluation of filaggrin in sensitized atopic Beales and in normal controls before and after allergen exposure. Veterinary Dermatology 2008; 19 (Suppl. 1): 19.
5. González JL et al. Dermatitis atópica: Diagnóstico diferencial a través de casos clínicos. Tetracon Trading, SL. Madrid, 2006: 10-40.
6. DeBoer DJ. Atopic dermatitis-Developing a management plan. Proccedings of the NAVC Congress, Orlando, Florida 2008; 375-378.
7. Loewenstein C, Mueller RS. A review of allergen-specific immunotherapy in human and veterinary medicine. Veterinary Dermatology 2009; 20; 84-98.
8. Nutall T. Tratamiento de la dermatitis atópica. Veterinary Focus 2008; 18: 32-39.
9. Nuttall T, Mueller RS Bensignor E et al. Efficacy of a 0.0584% hydrocortisone aceponate spray I the management of canine atopic dermatitis: a randomised, double blind, placebo-controlled trial. Veterinary Dermatology 2009; 20: 191-198.
10. Olivry T, Rivierre C, Jackson HA et al. Cyclosporine decreases skin lesions and pruritus in dogs with atopic dermatitis: a blinded ramdomized prednisolone-controlled trial. Veterinary Dermatology 2002; 13: 77-87.
11. Bensignor E, Olivry T. Treatment of localizad lesios of canine atopic dermatitis with tacrolimus ointment: a blinded, ramdomized, controlled trial. Veterinary Dermatology 2005; 16:52-60.
12. Olivry T, Mueller RS, et al. Evidence-based veterinary dermatology: a systematic review of the pharmacotherapy of canine atopic dermatitis. Veterinary Dermatology 2003; 14: 121-146.
13. Bensignor E, Morgan DM, Nuttall T. Efficacy of an essential fatty acid-enriched diet in managing canine atopic dermatitis: a ramdomized, single-blinded, cross-over study. Veterinary Dermatology 2008; 19: 156-162.
14. Marsella R, Nicklin CF. Double-blinded cross-over study on the efficacy of pentoxifylline for canine atopy. Veterinary Dermatology 2008; 11: 255-260.
15. Carlotti DN, Boulet M, Ducret J et al. The use of recombinant omega interferon therapy in canine atopic dermatitis- a double-blind controlled study. Veterinary Dermatology 2008; 19 (Suppl. 1): 8.
16. Horvath-Ungerboeck C, Thoday KL, Shaw DJ, van den Broek AHM. Tepoxalin reduces pruritus and modified CADESI-01 scores in dogs with atopic dermatitis: a prospective, ramdomized, double-blinded, placebo-controlled, cross-over study. Veterinary Dermatology 2009; 20: 233-242.