David Sanmiguel Poveda
Clínica Veterinaria de Carreres de Sant Joan, Alicante
Imágenes cedidas por el autor
Tom es un West Highland White Terrier de cuatro años, diagnosticado como atópico cuando tenía un año y medio de edad. Desde entonces se encuentra en tratamiento con ciclosporina A (5 mg/kg/ día), con una dosis de mantenimiento a días alternos. Lo bañan cada diez días con un champú suave de mantenimiento.
Convive con una gata en una vivienda con jardín; ni la gata ni los propietarios presentan alteraciones dermatológicas.
Está correctamente vacunado y desparasitado.
En las últimas semanas no ha podido recibir su tratamiento de forma continuada.
El animal se muestra alerta en la exploración. Su temperatura corporal se encuentra ligeramente elevada 39,3 °C, no presenta alteraciones a la palpación de los ganglios linfáticos. La auscultación cardiopulmonar y el pulso son normales. La condición corporal es de 3-5.
Presenta alopecia generalizada, con eritema, hiperpigmentación y liquenificación en tronco, cuello y extremidades, además de seborrea oleosa (figuras 1-3).
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Figuras 1-3. Alopecia generalizada, con eritema, hiperpigmentación, liquenificación en tronco, cuello y extremidades, además de seborrea oleosa. |
Los conductos auditivos externos presentan un exceso de secreción ceruminosa, estenosis y eritema.
El valor del prurito es de nivel 7-8 sobre 10 en la escala.
Realizamos el diagnóstico diferencial en función del diagnóstico de atopia realizado previamente, contemplando problemas secundarios a procesos alérgicos y al tratamiento con inmunomoduladores.
Se realizó un perfil hematológico y bioquímico completo que no mostró alteraciones reseñables.
La citología realizada con cinta adhesiva mostró abundante presencia de cocos (figura 4). La obtenida por toma de muestras con hisopo en criptas de piel liquenificada también presentó abundante presencia de cocos. En ninguno de estos dos casos se observaron bacterias fagocitadas por neutrófilos ni la existencia de malasezzias.
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Figura 4. La citología con cinta adhesiva mostró presencia abundante de cocos. |
El examen microscópico del pelo mostró pelos con raíces en fase anágena; no se observaron esporas fúngicas ni Demodex. Los raspados tampoco evidenciaron la existencia de Demodex.
Se realizó un cultivo de dermatofitos en DTM con resultado negativo.
Los resultados obtenidos en las pruebas diagnósticas y el hecho de tratarse de un animal atópico, nos llevaron a un diagnóstico de síndrome de sobrecrecimiento bacteriano, proceso estrechamente ligado a los animales con este tipo de hipersensibilidad.
Al ser un sobrecrecimiento bacteriano de tipo superficial, que no atraviesa la epidermis, optamos por un tratamiento tópico.
Iniciamos el tratamiento de champuterapia con CHAMPÚ DOUXO PYO cada 48 horas.
Los días entre baños complementamos el tratamiento con MOUSSE DOUXO PYO.
Aplicamos esta frecuencia de tratamiento durante las dos primeras semanas; después, ante la mejoría del paciente, redujimos los baños a dos veces por semana y la espuma a tres veces a la semana.
Al mes de tratamiento el paciente empezó a presentar un mejor aspecto, con recrecimiento del pelo y ausencia de seborrea, eritema, liquenificación y prurito (figuras 5 y 6).
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Figura 5. Tras un mes de tratamiento el paciente empezó a presentar mejor aspecto. |
Hoy en día sigue un mantenimiento a base de CHAMPÚ DOUXO CALM una vez por semana, como complemento a su terapia con ciclosporina A.
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Figura 6. Se observa recrecimiento del pelo y ausencia de seborrea, eritema, liquenificación y prurito. |
El síndrome de sobrecrecimiento bacteriano es un proceso ligado a los perros atópicos. En estos animales existe mayor afinidad y capacidad de adherencia de los estafilococos por los queratinocitos, y además presentan deficiencias en sus mecanismos de defensa (defensinas, catelicidinas) ante los sobrecrecimientos de patógenos oportunistas.
El cuadro clínico que se presenta es idéntico al observado en la dermatitis por sobrecremiento de malasezzias, por lo que debemos identificar el agente etiológico para aplicar el tratamiento más adecuado.
En el caso que nos concierne optamos por la terapia tópica antiséptica con DOUXO PYO (champú y mousse) que es la mejor opción en infecciones bacterianas cutáneas superficiales, ya que además de su capacidad bactericida, minimizamos la aparición de futuras resistencias bacterianas, que se podrían presentar con el uso de antibióticos.
Además, la fitoesfingosina que contienen los productos usados añade un plus de efectividad al tratamiento, debido a sus propiedades reestructurantes, antiseborreicas, antiinflamatorias y antibacterianas.