Eva Creus es veterinaria. Trabaja en el Área de Seguridad Alimentaria de PigCHAMP Pro Europa S.A. eva.creus@pigchamp-pro.com, www.pigchamp-pro.com.
A diferencia de la avicultura, donde ya se han iniciado los programas nacionales de control de Salmonella, ¿para el porcino, cuándo se espera que sean obligatorios?
Después de la publicación de los resultados del estudio comunitario de prevalencia de Salmonella en cerdos de engorde, estudio también finalizado en las reproductoras pero con los resultados aún pendientes de publicar, la siguiente actuación marcada por el Reglamento CE nº 2160/2003 sobre el control de la salmonela es la fijación del objetivo comunitario de reducción. Este objetivo tendría que haberse fijado a principios de este año pero la Comisión está pendiente de que concluya un estudio liderado por la EFSA de análisis de riesgo y de costes-beneficios de diferentes medidas a aplicar en los programas de control de Salmonella en porcino. Se prevé que este estudio finalice este mes de junio y a partir de entonces se publiquen los objetivos comunitarios de reducción para cerdos de abasto. En los objetivos se especificará el % máximo de prevalencia o el % mínimo de reducción de ésta, el plazo máximo en el que deberán alcanzarse, los programas de detección a utilizar y los serotipos que deberán controlarse. A continuación, los Estados miembro presentarán a la Comisión sus programas nacionales de control; se prevé que entren en vigor a principios del año 2011 en cerdos de abasto y durante el 2011-2012 en reproductoras. Será entonces obligatoria la aplicación de pruebas de detección y certificación en el porcino.
Se están recomendando varias medidas de control de Salmonella en las explotaciones, todas ellas muy generales. ¿Es suficiente seguir estas recomendaciones? ¿Funcionarán igual en todas las granjas?
Ciertamente existen pautas básicas o recomendaciones de control que pueden ser aplicadas a nivel general en las explotaciones para luchar contra Salmonella. Se trata de una serie de medidas basadas en la mejora de los aspectos sanitarios, de bioseguridad y de higiene y manejo, y la aplicación de ciertas estrategias de alimentación.
No obstante, la clave para un buen control de Salmonella en un sistema de producción determinado pasa por diseñar un plan a medida. En primer lugar, debe tenerse en cuenta que la dinámica de la infección por Salmonella es muy compleja y que no existe un único modelo o patrón de infección, sino que éste puede ser diferente entre granjas e incluso, en el caso de una misma granja o grupo de granjas, variar ampliamente a lo largo del tiempo. En segundo lugar, cada sistema de producción tiene sus propias características productivas y lleva a cabo unas determinadas operaciones, rutinas diarias de trabajo, etc. Por último, cada explotación parte con unos niveles de infección determinados y, por lo tanto, la estrategia a seguir será diferente en cada caso.
El análisis de todos estos factores resulta básico para poder diseñar una estrategia de lucha adaptada a cada situación particular y, lo más importante, que sea práctica y económicamente factible.
¿A nivel sanitario, cómo interactúan los problemas entéricos con la salmonela?
Está bien descrito que la presencia de patologías durante el engorde que cursen con diarrea aumenta el riesgo de excreción de Salmonella. Este mayor riesgo se debería principalmente a que la presencia de otros patógenos digestivos predispondría a un desequilibrio en el ecosistema microbiológico intestinal de los animales, situación que sería aprovechada por la salmonela para colonizar el tracto digestivo.
Resulta bastante común aislar Salmonella en brotes de diarrea causados también por otros agentes patógenos, como Brachyspira hyodysenteriae, Lawsonia intracellularis y también Escherichia coli.
Además, el hecho que previamente los animales huyan sufrido brotes clínicos de salmonelosis incrementa el riesgo de excreción del patógeno. Lógicamente, si la granja se infectó con anterioridad, es muy probable que quedaran portadores y la infección se perpetuase en la granja.