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César Yotti, director y fundador del Centro Dermatológico Veterinario Skinpet (Madrid), nos da su opinión sobre los resultados del informe sectorial de AMVAC 2019 que hacen referencia a la especialización de las clínicas veterinarias. 

¿Cree que, tal como dice el informe, la especialización salva más vidas?

Estoy de acuerdo en que la especialización encuentra soluciones a problemas complejos, más adecuadas y con mayor celeridad en algunos casos.
Pero el que tiene más opciones de salvar vidas es el veterinario generalista, cuando trabaja en equipo con el especialista y remite el caso a tiempo.

¿Cuál es su experiencia en una clínica donde se trata solo la especialidad de dermatología?

Creo que antes de montar una clínica de especialidad es imprescindible formarse y trabajar como veterinario generalista para no perder la referencia de lo que es ser veterinario y tener una visión global de la profesión.
Yo fui veterinario generalista con una especial dedicación al campo de la dermatología durante 15 años y creo que eso es lo que más me ha ayudado a entender los casos de modo global, y a tener una mejor comunicación con el cliente y con el veterinario referente.
Desde que abrí Skinpet, hace ya 10 años, me dedico exclusivamente al campo de la dermatología, pero esto no hubiera sido posible sin la confianza de los compañeros, que ponen en mis manos sus casos con generosidad y profesionalidad.
No creo que actualmente abrir un centro de cualquier especialidad sea una salida profesional inmediata, sino que más bien lo veo como una evolución natural de toda una trayectoria profesional.

¿Cree que la especialización puede ser una salida para absorber a tanto universitario?

Sin ninguna duda no. El problema es mucho más complejo que esto. Vivimos una especie de “fiebre” por la especialización y al mismo tiempo una devaluación del veterinario generalista.
Este es un camino equivocado. Más del 80 % de los casos de patologías veterinarias pueden ser resueltas por veterinarios generalistas con éxito.

En ese caso ¿cuál cree que puede ser la solución?

La solución es dignificar la profesión, denunciar el ingente número de facultades veterinarias que existen en España, a todas luces completamente desproporcionado, modernizar nuestra imagen, asociarnos, apoyarnos, valorarnos, formarnos constantemente para mejorar y poder estar orgulloso de ser veterinario, especializado o no.