La Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) ha lanzado un mensaje de alerta ante el aumento de casos de gripe aviar de alta patogenicidad (IAAP), ya que desde el 1 de mayo de 2021 se han confirmado brote en 41 países de diferentes regiones en aves de corral y aves silvestres. Para controlar la situación, la OIE ha pedido una mayor vigilancia ante la enfermedad. El periodo de alto riesgo se extiende de octubre a abril, y en él los países deben intensificar los esfuerzos de vigilancia, implementar estrictas medidas de bioseguridad y garantizar la notificación oportuna de los brotes para frenar su propagación.
Actualmente presente en África, Asia y Europa, la gripe aviar o influenza aviar es una amenaza para la estabilidad económica, la seguridad alimentaria y los medios de vida. Es una enfermedad muy contagiosa que afecta a varias especies de aves de corral, domésticas y silvestres, y ocasionalmente a los humanos. Esta compleja enfermedad es causada por virus divididos en múltiples subtipos cuyas características genéticas evolucionan rápidamente.
En los últimos años, numerosos subtipos de virus de la gripe aviar altamente patógena han estado circulando en diversas poblaciones de aves a gran escala geográfica. En particular, en 2021, se informó una variabilidad genética sin precedentes de subtipos en aves, creando así un panorama epidemiológicamente desafiante. H5N1, H5N3, H5N4, H5N5, H5N6 o H5N8 son los subtipos que circulan actualmente en las poblaciones de aves de corral y aves silvestres de todo el mundo.
El patrón estacional de la influenza aviar ha sido bien demostrado durante la última década, y la mayoría de los brotes ocurren durante el invierno en el hemisferio norte. Dados los datos reportados por los países al Sistema Mundial de Información Zoosanitaria (OIE-WAHIS), la dinámica estacional puede anticiparse mejor: los brotes generalmente comienzan a aumentar en octubre, alcanzan su punto máximo en enero y continúan hasta abril. Cerca de 16.000 casos de IAAP en aves domésticas y silvestres ya se han reportado en octubre, lo que indica un mayor riesgo de circulación del virus.
En raras ocasiones, la enfermedad también puede suponer un riesgo para la salud humana y, hasta ahora, algunos casos humanos recientes se han asociado con el subtipo H5N6 actualmente en circulación. La influenza aviar es, por tanto, una de las prioridades de la Alianza Tripartita (FAO, OIE y OMS) y debe abordarse con un enfoque One Health.
Es fundamental que los países notifiquen los brotes de manera oportuna a la OIE, para garantizar un seguimiento preciso de la evolución y propagación de esta enfermedad transfronteriza. Los casos de influenza aviar altamente patógena identificados en especies avícolas y no avícolas, incluida la vida silvestre, están sujetos a notificación. Las obligaciones de información actualizadas entrarán en vigor a partir del 1 de enero de 2022.
También se solicitará a los países que notifiquen las infecciones por virus de la influenza aviar de baja patogenicidad identificados en aves silvestres domésticas y cautivas y que hayan demostrado su transmisión natural a los seres humanos asociada con graves impactos en la salud. Los Laboratorios de Referencia de la OIE especializados en influenza aviar pueden ayudar a los laboratorios nacionales en el diagnóstico de sus muestras, según lo requieran los países.
Debido a los impactos de la enfermedad en los medios de vida de los avicultores y en el comercio internacional, así como a los riesgos de transmisión a los humanos, el sector de la salud animal debe implementar estrictas medidas de bioseguridad en las granjas, el comercio y los mercados de aves vivas para evitar su propagación.
Por ejemplo, es muy recomendable aislar las aves infectadas de las sanas y limpiar y desinfectar las instalaciones avícolas. La planificación adecuada y la implementación de programas de vigilancia en aves silvestres, así como evitar el contacto directo o indirecto entre aves domésticas y silvestres, es igualmente crítico para mitigar los brotes en las aves de corral domésticas y prevenir la introducción del virus en grupos de aves.