El Laboratorio Central de Veterinaria de Algete ha confirmado la detección del virus de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) en una explotación de pavos de engorde localizada en el municipio de Fuenterrebollo, provincia de Segovia. El municipio había sido ya incluido por parte autoridades veterinarias de la Junta de Castilla y León dentro de zona de especial vigilancia por influenza aviar (Anexo III de la Orden APA/2442/2006, de 27 de julio, por la que se establecen medidas específicas de protección en relación con la influenza aviar), zona en la que debido a la situación epidemiológica de la enfermedad en Europa ya se estaban adoptado medidas adicionales para prevenir posibles brotes de la enfermedad en aves domésticas.
Se trata de una explotación de pavos de engorde, distribuida en dos naves, con un censo aproximado de 18.900 pavos de 10 semanas de edad. La sospecha de la enfermedad vino derivada por la detección de un incremento anormal de mortalidad en una de las 2 naves. Las muestras tomadas por parte de los SVO de Castilla y León se remitieron al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, como Laboratorio Nacional de Referencia de la Influenza aviar en España, donde se ha confirmado que se trata de una cepa de IAAP subtipo H5N1.
La encuesta epidemiológica realizada en la explotación indica que todas las aves se introdujeron en la granja para su engorde a principios de noviembre de 2021, sin que se hayan producido movimientos de salida de animales de la explotación desde entonces. El posible origen del foco se mantiene bajo estudio, si bien se considera a las aves silvestres como fuente más probable del virus.
Los SVO de la Junta de Catilla y León han adoptado inmediatamente las siguientes medidas, establecidas en el Reglamento Delegado (UE) 2020/687 de la Comisión:
Se trata del primer foco de IAAP H5N1 en aves de corral en España, tras la detección de tres casos previos en aves silvestres en 2022 en las provincias de Lérida, Ávila y Palencia.
Desde el MAPA se recuerda la necesidad de reforzar las medidas de bioseguridad en las explotaciones avícolas, especialmente aquellas medidas destinadas a evitar el contacto con aves silvestres, así como reforzar la vigilancia pasiva tanto en explotaciones avícolas como en aves silvestres, notificando a los servicios veterinarios oficiales cualquier sospecha de enfermedad.