Con la llegada del verano y las altas temperaturas, hay que tener especial precaución en la manipulación y conservación de los alimentos, ya que las bacterias que pueden contaminarlos y causarnos toxiinfecciones se reproducen rápidamente a temperaturas cercanas a los 30 ºC.
Los huevos son uno de uno de los alimentos más nutritivos y saludables de nuestra dieta, y su estructura biológica hace difícil su contaminación y la penetración de gérmenes desde el exterior. Además, las gallinas ponedoras de las granjas comerciales españolas están vacunadas contra la salmonela y se controla periódicamente que estén libres de la bacteria. Pero esas medidas de prevención deben acompañarse de una adecuada manipulación e higiene por parte de los consumidores, para evitar la contaminación microbiana del huevo y los alimentos que lo contienen.
Por ello, los expertos del Instituto de Estudios del Huevo han elaborado un decálogo con consejos básicos para prevenir la salmonelosis:
El Instituto de Estudios del Huevo recuerda que los consumidores tienen un papel muy importante en la seguridad alimentaria, y que disfrutar con seguridad del huevo, también en verano, está en nuestra mano.