La detección de dioxinas en carne y huevos en el mercado alemán en cantidades que hasta cuadruplicaban las permitidas por la ley ha supuesto la puesta bajo cuarentena de forma temporal de un millar de explotaciones porcinas y avícolas en el ronte de Alemania, en los estados de Sajonia, Baja Sajonia, Sajonia-Anhalt, Turingia y Renania del Norte-Westfalia, desde el pasado lunes 3 de enero.
La Agencia EFE ha informado de que la causa de la contaminación es el uso de aceites industriales no comestibles en la fabricación de piensos. La firma Harles & Jentzsch, del estado germano de Schleswig-Holstein, utilizó ese tipo de aceites para fabricar pienso pese a que las grasas se encontraban correctamente etiquetadas como industriales, según ha confirmado un portavoz de la Oficina Federal para la Defensa del Consumidor al diario Westfalen Blatt. El aceite tenía procedencia holandesa y se distribuyeron 527 toneladas de piensos contaminados con dioxinas.
Por el momento, además de la puesta en cuarentena de las explotaciones y la retirada del mercado de todos los productos que han salido de ellas, ya se han llevado a cabo sacrificios de todas las ponedoras de dos granjas, una en Renania del Norte-Westfalia y otra en Kreis Soest.