Gonzalo Arellano Peche
Director de Integración
Agrícola Arenas S.A.
Imágenes cedidas por el autor
La RAE contiene cuatro definiciones para la palabra yacija. La primera es “lecho o cama pobre”, y la segunda la “cosa en que se está acostado”. Entre las 12 definiciones de cama, la quinta la define como “sitio donde se echan los animales para su descanso” y la sexta como “mullido de paja, helechos u otras plantas que en los establos sirve para que el ganado descanse y haga estiércol”. En las granjas de pollos para carne (broilers) la cama o yacija constituye el medio sobre el cual se desarrolla toda su vida, manteniendo un contacto obligado y permanente, lo que tiene una gran influencia sobre la vida de los animales, con tres funciones principales: aislar a los pollos del suelo, absorber la humedad depositada e inducir bienestar diluyendo en su seno las excretas de los pollos y disminuyendo por tanto el contacto directo con ellas.
Causas y consecuencias del deterioro de la cama
La legislación solo nombra dos características importantes de la cama en el Real Decreto 692/2010 sobre medidas de protección de los broilers: que debe permanecer seca y friable (fácilmente desmenuzable) en su superficie. La realidad es que una cama nueva contiene un 10 % de humedad. Al extenderse y llegar los pollitos se debe mantener sobre el 20 %, considerándose seca por debajo de esta humedad, situándose entre el 20 y 30 % en plena crianza, y superando el 30 % cuando el nivel de degradación de la cama es importante. El objetivo sería mantener la cama con una humedad entre el 20 y el 25 %.
La humedad de la cama se puede medir:
La cama, conforme va transcurriendo la camada, incorpora las excretas de los pollos, plumas, pienso, agua, microorganismos en general, larvas, añadidos de cama nueva, etc. En consecuencia, a medida que aumenta la edad de los pollos lo hacen también la cantidad, humedad, temperatura (si hay fermentaciones anaerobias) y pH de la cama.
Durante la crianza cada pollo produce unos 2 kg de estiércol, que es depositado y mezclado en la cama, a la que confiere un alto contenido en nitrógeno, principalmente ácido úrico (70 %) y proteínas no digeridas, que se transforman en amoniaco por medio de microorganismos y enzimas, permaneciendo una fracción en la cama como ión amonio, transformándose en nitritos, y luego en nitratos. Otra fracción se volatiliza, pasa al ambiente y tiene efectos muy negativos sobre los pollos.
Al principio el pH de la cama es ácido (viruta de pino pH 6 y cascarilla de arroz pH 6,9), aumenta en el transcurso de la camada y se convierte en básico (pH 7-10). Conforme aumenta el pH aumenta la producción de amoniaco volátil (pH 11), que alcaliniza el medio. Si el pH permanece más bajo (pH 9) hay mayor actividad de la uricasa y mayor producción de ión amonio, que permanece en la cama.
La temperatura de la cama oscila entre los 25 y 30 ºC, adecuada para el crecimiento bacteriano. La humedad favorece también la actividad bacteriana y por tanto la producción de amoniaco, que a la vez que aumenta, conlleva también un aumento de la alcalinidad de la cama. También se ha descrito cómo disminuye el pH al disminuir la humedad.
Todos estos factores, que conllevan una alcalinización del medio y mayor producción de amoniaco volátil (con pH 11) y alcalinizan aún más, producen una concentración amoniacal, que según la legislación europea no puede superar los 20 ppm. A su vez el amoniaco produce irritación química de los cojinetes plantares de las patas, tarsos y pechuga, terminando con la aparición de lesiones de pododermatitis, quemaduras de tarso y de pechuga.
Pododermatitis. |
Además del cuadro descrito, la alta humedad de la cama incrementa la aparición de coccidiosis, por aumento de esporulación de ooquistes (>25 %). También favorece el desarrollo de bacterias (E. coli, Salmonella y Campylobacter) y virus patógenos (Reovirus y Adenovirus), así como helmintos, insectos y roedores, transmisores de patógenos.
Materiales y objetivos
En cuanto a las características ideales que debe tener una buena cama, serían: alto grado de absorción de la humedad ambiente, que sea aislante, proteja a los pollos de daños físicos, favorezca el bienestar, nueva, limpia y libre de impurezas, hongos, gérmenes, toxinas o sustancias químicas, liviana, que no desprenda malos olores ni sea pulverulenta, sostenible medioambientalmente y utilizable como estiércol, que no contamine al medio ambiente, ni elimine gases nocivos, fácil de adquirir de forma constante y de transportar y que tenga un coste bajo.
Como material de cama, en España se utiliza la viruta de madera, serrín, madera molida o picada, paja de cereales entera o picada, y cáscara de girasol y de arroz. Existen además otros materiales como papel, arena, etc. En los últimos tiempos se utiliza fundamentalmente la viruta de pino, la cascarilla de arroz, mezcla de madera picada y molida y la paja de cereales picada, siendo cada uno de ellos menos absorbente que el anterior (la cascarilla de arroz absorbe unos 170 l cada 100 kg y la paja picada unos 85 l).
Como el deterioro por la humedad se debe al aumento de la misma, debido en la mayoría de los casos a un deficiente manejo de los parámetros de ventilación, asociado a las épocas más frías en las que el contacto del ambiente interior de la nave con el exterior se reduce al mínimo, describiremos el manejo y mantenimiento de la cama en época invernal, la más complicada. Cuando el deterioro físico de la cama se produce en la época calurosa se debe normalmente a un problema de gestión del agua de refrigeración, a un problema patológico que curse con diarrea, o bien a un accidente de manejo (derrames del sistema de suministro de agua a los pollos), por lo que resulta más fácil de corregir.
Una gestión correcta de todos los parámetros que pueden incidir en el deterioro de la cama tendrá como resultado una cama aceptable durante toda la crianza, y como consecuencia una minimización de las labores de mantenimiento. Por el contrario, una gestión incorrecta de dichos parámetros dará lugar a una cama en mal estado, que influirá negativamente en el bienestar y salud del pollo así como en la calidad de la canal obtenida en el matadero, ocasionando un gasto importante para tratar de corregir la situación, tarea más que improbable. Por todo ello creemos que las labores de manejo de la cama son de carácter preventivo, anteriores a la camada y durante ella, evitando en todo momento el aumento de humedad de la cama por encima del 30 %.
Labores y tratamientos disponibles
A continuación se exponen las principales premisar a llevar a cabo para obtener una cama de calidad.
Antes de la llegada de los pollitos
Después de la llegada de los pollitos
Tratamientos aplicables
Se utilizan mezclándolos con la cama al extenderla o durante la crianza. Pueden ser de varios tipos: biológicos, químicos o que afecten a la actividad microbiana y ureásica.
Agua y sistema de suministro
Es la principal vía de introducción de agua en la nave, aproximadamente 8,5 l para un pollo de 3 kg, de los que un 30 % es retenido como agua corporal, un 20 % es exhalado al medio ambiente de la nave, y el 50 % restante se excreta directamente a la cama a través de las heces, de los que la mayor parte deben ser eliminados al exterior de la nave, a través de la ventilación, junto con los liberados al medio ambiente interior. Solo una pequeña parte queda retenida en el interior de la cama. La utilización de bebederos de tetina, por su mayor eficiencia frente a los de campana, disminuye el consumo de agua, pasando la relación agua/pienso de 1,8:1 a 1,6:1.
Es necesario monitorizar el agua consumida mediante contadores de paso de agua, realizando un registro diario, informatizado o manual, que nos dará a conocer si hay derrames, si el pollo crece adecuadamente o si tiene problemas de salud intestinal.
Es imprescindible conocer la calidad y composición del agua de bebida, para lo que se debe realizar mínimo un análisis anual que cumpla los criterios sanitarios establecidos para el agua de consumo humano especificados en el Anexo I del Real Decreto 140/2003.
También es indispensable realizar un manejo correcto de los bebederos, según se explica en los manuales de crianza de las casas de genética y de los propios sistemas de suministro de agua, para evitar tanto faltas de agua como derrames innecesarios. Este manejo incluye la cantidad de bebederos necesarios, presión del agua y altura en las tetinas, realización periódica de flushing (limpieza de biofilm) y monitorización periódica del funcionamiento del sistema.
Otros factores que influyen |
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