Maurice Raccoursier
H&N Internacional
Este artículo forma parte de la Guía Avium - Prevención y control de la salmonelosis, que puedes descargar en este enlace.
Todas las intervenciones comienzan en el top de la pirámide productiva, desde las líneas puras, pasando por bisabuelas hasta llegar a las aves comerciales. Las estrategias de prevención son extremadamente estrictas en la parte alta de la pirámide (líneas puras, bisabuelas, abuelas) debido a que el aspecto más crítico del control y prevención de Salmonella en la cadena de producción es recibir pollitos libres de Salmonella.
Es una de las fuentes más comunes de diseminación de Salmonella, por lo que los métodos de limpieza y desinfección son críticos. La incubación de huevos limpios junto con su desinfección previa a la entrada a la incubadora son métodos importantes para reducir el riesgo de Salmonella.
Para el manejo de plagas es importante saber su comportamiento y hábitat.
Tiene un rol de vector de Salmonella. Puede vivir por más de 400 días y volar más de 1,5 kilómetros. Sus larvas migran, pudiéndose esconder en grietas o en materia orgánica, alojarse en el aislamiento de los muros o encontrarse en el exterior de la nave.
La más común es la mosca doméstica (Musca domestica). El periodo de huevo a adulto es de tan solo 7 días. Pueden viajar hasta 4,5 km en búsqueda de comida.
Son tres las especies que principalmente afectan la avicultura: Rattus rattus (rata negra o común); Rattus norvegicus (rata gris o parda) y Mus musculus (ratón común). Es importante conocer las características de cada una de las especies, entre otros, tamaño, área que transitan, lugar donde habitan, ubicación de los nidos, comportamiento, etc. En función de esas características se pueden adaptar medidas de control y prevención más adecuada a la(s) especies de que estén afectando la nave.
Una adecuada limpieza y desinfección es fundamental para prevenir la contaminación por Salmonella. Una cronología adecuada sería:
Existen varios tipos de desinfectantes, pero se debe tener presente que la mayoría presenta una acción limitada ante la presencia de materia orgánica. Aspectos importantes en la elección del desinfectante son su efecto residual, acción en la presencia de materia orgánica y su poder corrosivo.
El agua de bebida puede ser una fuente de Salmonella y/o una vía de diseminación. La desinfección permanente del agua reduce drásticamente la posibilidad de infección con Salmonella. Al menos una vez por semana comprobar que la concentración del desinfectante es la adecuada. Monitorear de forma periódica la calidad microbiológica del agua.
Se deben limpiar y desinfectar las líneas de agua cuando la nave este vacía. Un procedimiento muy efectivo es la combinación de varios productos: amoniaco → ácido cítrico → cloro → enjuagar con agua fresca.
Se ha descrito presencia de Salmonella en cama nueva, por lo que es importante:
Para conseguir un alimento libre de Salmonella se deben utilizar materias primas de bajo riesgo, aplicar procesos de descontaminación en el alimento terminado (pelletizado), prevenir recontaminación (bioseguridad) y monitorear el proceso de fabricación de alimento.
Los ácidos orgánicos más empleados son ácido acético, ácido propiónico (1 %), ácido fórmico (0,5 %), sus combinaciones (más formaldehido) y ácido fórmico más acido propiónico (0,5 a 0,68 %).
El mejor momento de aplicación es a la recepción de las materias primas, en la mezcladora o mediante el rociado directo de los pellets. De esta manera, se reduce la contaminación de Salmonella en el molino y se disminuye la supervivencia de Salmonella en caso de recontaminación.
Otra opción es el tratamiento térmico mediante pelletizado. Este se realiza en el condicionador y en el molino del pellet. Aunque la resistencia al calor de los diferentes serovares de Salmonella es variable, la efectividad del tratamiento depende del tiempo, temperatura, humedad, cantidad y resistencia de los contaminantes (tabla 1).
El uso de ácido propiónico junto con tratamiento térmico (71,1 ºC por 80 segundos) dan como resultado una reducción en 2 log10 del nivel de Salmonella al comparar con solamente tratamiento térmico.
Es crítico prevenir la recontaminación tras el proceso de pelletizado. Las fuentes de recontaminación son generalmente el enfriador, los roedores, insectos, aves silvestres, los flujos de aire y la presencia de alimento residual en los roscos o transportadores.
Todas las medidas que se han mencionado hasta el momento son para prevenir, reducir y/ controlar Salmonella en el ambiente y alimento. Pero ¿qué se puede hacer en el ave? En principio contamos con cinco grandes opciones:
La herramienta más importante es la vacunación.
Es importante en primer lugar mencionar que las vacunas vivas modificadas (VVM) no van a:
Sin embargo, las vacunas vivas modificadas sí van a:
Las cepas de las VVM no son virulentas y se aplican en dosis controlada. Existen diferencias entre ellas en relación con la persistencia en el ave, nivel de protección y persistencia en el ambiente. Deben existir métodos para una fácil y rápida diferenciación entre cepas de campo y vacunales.
La administración puede realizarse mediante espray en la planta de incubación, espray en la granja, inyección subcutánea o en agua de bebida. Normalmente, requiere al menos de una revacunación.
Una buena estrategia es la vacunación primero y a continuación la exclusión competitiva.
Los anticuerpos maternos podrían afectar la colonización de la vacuna viva (importante en las primeras 3 semanas de vida).
Las vacunas inactivadas son bacterinas en adyuvante oleoso y acuoso. Puede tratarse de presentaciones comerciales o de autovacunas. Su eficacia viene mediada por el método de inactivación y tipo de adyuvante.
Este tipo de vacuna requiere inyección (2 veces por ave) y desarrolla principalmente una respuesta humoral (IgG). Ofrece protección solamente frente a los serotipos/serogrupos que se encuentran en la composición de las vacunas. La inmunidad que confiere puede no durar hasta el final del ciclo de puesta. En estas bacterinas, las endotoxinas pueden afectar el lote, asociándose a casos de hepatopatía hemorrágica.
Las bacterinas reducen la excreción fecal, la transmisión a través del huevo y la invasión de órganos. Sin embargo, condiciones de estrés y elevada concentración de Salmonella pueden sobrepasar el efecto protector.
Pollitos recién nacidos pueden infectarse con tan solo una bacteria de Salmonella. El uso de exclusión competitiva en las primeras horas de vida ayuda a que sean más resistentes a la colonización de Salmonella.
No todos los productos disponibles tienen el mismo nivel de protección. En la tabla 2 se puede observar que la utilización de exclusión competitiva ayuda a controlar y disminuir la infección por Salmonella.
Salmonella se adhiere a las células epiteliales del intestino. Los MOS son carbohidratos que interfieren con la unión de Salmonella a las células epiteliales. Se pueden aplicar en el alimento o en agua de bebida.
La levadura Saccharomyces boulardii administrada de forma continua en el alimento consigue una reducción de Salmonella en el ciego. El uso combinado de MOS y levadura reducen la colonización intestinal.
El uso de los antibióticos (si así lo permite la regulación del país), debe ser estratégico, teniendo como objetivo reducir o eliminar la presencia de Salmonella. Se puede llevar a cabo una terapia antibiótica en el agua por 7 días, seguida de la administración de una exclusión competitiva a las 48-72 horas posteriores al fin del tratamiento con el objetivo de instaurar una flora intestinal normal. Además, si es posible se puede trasladar las aves a una nave limpia o tratar la cama con una acido propiónico u otro producto que reduzca el pH. No se debe olvidar que si luego de la terapia antimicrobiana se falla en reemplazar la microflora intestinal, el ave se hace más susceptible a la colonización de Salmonella.
El ayuno previo al faenado aumenta la cantidad de Salmonella en el buche, reduce la contaminación fecal, reduce la resistencia intestinal, aumenta el pH intestinal y también incrementa el picoteo de la cama, aumentando el riesgo de ingerir Salmonella.
El ayuno ideal es de 8 horas. Ácido láctico al 0,5 % (y otros ácidos) en el agua de bebida durante el periodo de ayuno previo a la faena (durante las 72 horas previas al envío a la planta de procesado), reduce la cantidad de Salmonella en el buche.
El daño a la mucosa intestinal facilita el traspaso transmucosal de bacterias. Por ejemplo, coccidiosis, enteritis necrótica y micotoxinas (Aflatoxina y Toxina T-2). El estrés fisiológico, por ejemplo, temperaturas muy bajas o altas, restricción en el consumo de agua o alimento, da como resultado el aumento en la colonización y excreción de Salmonella.