Un reciente estudio realizado en granjas avícolas comerciales de Italia ha puesto en evidencia un importante riesgo para la bioseguridad de estas instalaciones: la presencia de mamíferos silvestres y domésticos en las cercanías de los gallineros. A través del uso de cámaras trampa, los investigadores documentaron más de 2,400 visitas de mamíferos a tres granjas durante un año, con un impacto potencial en la transmisión de patógenos, como la influenza aviar y otras enfermedades zoonóticas.
El estudio, realizado por el Departamento de Ciencias Médicas Veterinarias de la Universidad de Bolonia, se centró en identificar las especies de mamíferos que frecuentan los alrededores de las casas de gallinas ponedoras. Los resultados mostraron una alta frecuencia de visitas por parte de animales silvestres como el coipo (Myocastor coypus), y de mascotas domésticas, principalmente gatos. Estas especies pueden actuar como vectores de enfermedades, generando serios riesgos para la salud animal y humana.
El equipo de investigación instaló cámaras en puntos estratégicos, como áreas de silos de alimento y puntos de recolección de estiércol. Durante el periodo de estudio, se captaron imágenes de siete especies de mamíferos silvestres y dos domésticas. Los coipos y gatos fueron los más frecuentemente observados, con 437 y 1,815 visitas, respectivamente. Los coipos, en particular, mostraron una actividad significativa durante la noche y en invierno, mientras que los gatos fueron observados durante todo el año.
Además, se detectó una alta actividad de mamíferos cerca de los puntos de recolección de estiércol, áreas que, según los investigadores, podrían estar atrayendo a estos animales debido a la disponibilidad de recursos alimenticios o la búsqueda de refugio.
Uno de los aspectos más preocupantes es la potencial transmisión de patógenos entre estas especies y las aves de corral. El coipo, por ejemplo, ha sido identificado como portador de agentes zoonóticos como Streptococcus equi subespecie zooepidemicus y Chlamydia psittaci, ambos patógenos relevantes para la salud avícola. Aunque no se ha reportado infección de coipos con el virus de la gripe aviar, el contacto frecuente de estos mamíferos con ambientes acuáticos podría facilitar la interacción con aves silvestres infectadas, aumentando el riesgo de transmisión.
Por otro lado, la alta presencia de gatos en las granjas también es motivo de preocupación. Estos animales pueden ser susceptibles al virus de la gripe aviar, lo que incrementa el riesgo de que actúen como vectores, no solo para las aves de corral, sino también para los seres humanos que interactúan con ellos.
Ante estos hallazgos, los autores del estudio sugieren reforzar las medidas de bioseguridad en las granjas, especialmente en lo que respecta a la contención de mamíferos silvestres y domésticos. El mantenimiento adecuado de cercas, la implementación de programas de control de plagas y la reducción de atractivos para los animales, como los residuos de alimentos y los puntos de agua, son fundamentales para prevenir la entrada de estos mamíferos en las áreas de producción avícola.
Este estudio resalta la importancia de una vigilancia continua en las granjas avícolas, no solo para evitar brotes de enfermedades, sino también para proteger la salud pública. Las cámaras trampa demostraron ser una herramienta valiosa para controlar la presencia de animales potencialmente peligrosos, y su uso puede ayudar a las autoridades sanitarias a diseñar estrategias más eficaces para mitigar los riesgos de bioseguridad.